Idilio, o así, a la vista entre César Alierta e Isabel Sartorius.

Al menos, según publicaba el fin de semana LOC, la posible pareja está tanteando el terreno por si prende una relación más intensa. Alierta, que fue el máximo responsable de Telefónica, tiene 72 años y la que fuera la primera novia conocida del Rey Felipe VI tiene 52 años, una diferencia de veinte años, que en estos tiempos ya no es diferencia.

Al parecer, entre ambos surgió una amistad muy especial. Eso sí, las informaciones aún no se posicionan sobre si a esta relación del extodopoderoso hombre de Telefónica (con él, el imperio español de telecomunicaciones alcanzó una gran expansión mundial) e Isabel Sartorius se le puede llamar noviazgo. Estas cosas van poco a poco, pero cuando la rumorología empieza a funcionar las cábalas son imparables.

Por lo visto, Sartorius está embelesada con la inteligencia de Alierta, que pasó un duró trago tras la muerte de su esposa en el año 2015. Se da alguna pista, como que Sartorius encuentra en el ejecutivo una especie de protección que seguramente estará ligada a la admiración que tiene por sus capacidades intelectuales. Y la cosa no es desde muy lejos, ya que al parecer se conocieron la primavera pasada, justo en un época en que Alierta quería cambiar el rumbo de su vida y dedicarse a cuestiones sociales. Ésta es una clave muy importante, ya que la supuesta amistad se reforzó, o se disparó, en un viaje a Nigeria con fines sociales.

Otra parte de que la amistada va viento en popa es que ya conocen amigos de un lado y del otro y que Alierta ha conseguido salir del bache de la muerte de su mujer en parte gracias a estas actividades solidarias y en parte al haber conocido a Sartorius.

De este modo, Isabel Sartorius, que tiene una hija con Javier Fitz-James Stuart, conde Montalvo, vuelve a estar en el foco de la prensa rosa, un recorrido que comenzó a finales de los años ochenta, cuando mantuvo una relación de noviazgo con el actual Rey de España. Esa historia con Felipe VI ha dado para llenar páginas y páginas y para que se recuerde cada vez que Sartorius vuelve a la palestra, como en esta ocasión con uno de los grandes ejecutivos empresariales españoles.