La primera dama de Estados Unidos, Melania Trump, visitó ayer una tienda de perlas en el exclusivo barrio tokiota de Ginza, en la primera parada de la gira asiática que ella y el presidente norteamericano, Donald Trump, llevarán a cabo hasta el 14 de noviembre.

Melania estuvo acompañada por Akie Abe, la esposa del primer ministro nipón, Shinzo Abe, en su visita a la principal sede de la cadena de joyerías Mikimoto, en lo que formaba parte del "programa cultural" que el Gobierno nipón ha preparado para la primera dama.

El establecimiento, fundado en 1899, contó ayer con la presencia de dos "ama", las buceadoras a pulmón que explicaron a Melania su técnica tradicional del cultivo de perlas, vestidas con su trajes blancos de trabajo y gafas de buceo. "¡Visita maravillosa con la señora Abe hoy! Disfruté de la conversación con un té y de la presentación cultural sobre la historia de las perlas", tuiteó la esposa del presidente estadounidense, Donald Trump.

Un encargado del establecimiento aseguró a la cadena pública NHK que Melania estuvo "muy encantadora" y mostró mucho interés por sus productos.

Donald y Melania Trump llegaron a la base aérea de Yokota (oeste de Tokio) para iniciar su viaje de dos días a Japón, antes de desplazarse también a Corea del Sur, China, Vietnam y Filipinas hasta el próximo 14, la ruta más larga emprendida por un presidente estadounidense por el continente asiático.

Trump tampoco se privó de la cuestión relax y asueto, ya que fue recibido por el primer ministro nipón en un exclusivo club de golf al norte de Tokio, donde ambos mandatarios almorzaron juntos antes de disputar una ronda acompañados del golfista Hideki Matsuyama, número cuatro del ranking mundial. Esto del golf le va mucho al presidente de Estados Unidos. No en vano tiene alguno de su propiedad en Estados Unidos. No hubo muchos temas políticos, pero ambos "pudieron relajarse" y "mantuvieron el tipo de grandes conversaciones que sólo se pueden tener jugando al golf", en las que "dialogaron de forma honesta sobre asuntos muy complicados", según recoge la agencia local "Kyodo" de palabras del primer ministro nipón.

Lo dicho. Entre política y golf se ha colado el asunto de perlas seguramente millonarias, pero también muy impresionantes por el historial y el traje de quienes las recogen.