El desnudo viaje a los infiernos helados de la creación de Javier Gutiérrez en El autor. El tragicómico retrato de un pícaro pijo del ovetense Santiago Alverú en Selfie. El sonido perfecto de Pelayo Gutiérrez en El autor. La impecable realización de Sergio G. Sánchez en El secreto de Marrowbone. Los escenarios fascinantes de Asturias que llenan gran parte del documental Cantábrico. Cinco vías por las que el cine con savia asturiana se colará el 3 de febrero en la gala de entrega de la 32 edición de los premios "Goya", que será presentada por los humoristas Joaquín Reyes y Ernesto Sevilla. Las nominaciones colocan a Handia en primera línea de aspiraciones, con 13 nominaciones. Muy cerca, La librería con 12 y El autor con 9.

Javier Gutiérrez tiene muchas papeletas de conseguir un segundo "Goya" como mejor actor tras su deslumbrante irrupción en la primera línea del cine español con "La isla mínima". Su trabajo en El autor es asombroso y asombroso sería que se lo arrebataran Antonio de la Torre ( Abracadabra), Javier Bardem, ( Loving Pablo) o Andrés Gertrúdix ( Morir).

Gutiérrez se sentía ayer muy feliz tras ser nominado por su papel "más arriesgado y el más expuestono solo físicamente -sale desnudo-, sino emocionalmente".

Más complicado lo tiene Alverú como mejor actor revelación contra Pol Monen ( Amar), Eneko Sagardoy ( Handia) y Eloi Costa ( Pieles), aunque juega a su favor, como en el caso de Gutiérrez, que es imposible imaginar la película con otro actor, tal es su implicación e influencia.

Alverú derrochaba felicidad y declaraba a LA NUEVA ESPAÑA estar "emocionado, contento y sorprendido". ¿Qué diría su personaje, Bosco, ante la noticia? "¡Que ya era hora!". Risas. Felices.

En el caso del diseñador de sonido Pelayo Gutiérrez sería su cuarto "Goya", esta vez por un formidable trabajo en el que el sonido grabado a distancia es clave en la historia.

Cantábrico, los dominios del oso pardo, de Joaquín Gutiérrez Acha, es favorita como mejor película documental. La belleza de los paisajes asturianos y el titánico esfuerzo de sus creadores lo justifica.

El ovetense Sergio G. Sánchez ya sabe lo que es subir a un escenario a recoger un "Goya". Fue por el guión de "El orfanato". La de mejor dirección novel es una nominación de consolación que no repara el daño del ninguneo de la Academia a "El secreto de Marrowbone".

Sería indiscutible ganador como director novel si no estuviera en liza Clara Simón por "Verano 1993", que suena desde hace tiempo ya como la gran esperanza blanca del cine español (hablado en catalán) hecho con pocos medios y mucho talento. En la liza de la mejor película pugnará con la sensacional "El autor", de Manuel Martín Cuenca; la sorprendente "Handia", de Aitor Arregi y Jon Garaño; la muy british "La librería", de Isabel Coixet; y "Verónica", de Paco Plaza, elección inesperada tratándose de género de terror. Disputa que se extenderá al mejor director. En la categoría de mejor actriz protagonista se empaña la bola de cristal: Maribel Verdú, por "Abracadabra"; Emily Mortimer, por "La librería"; Penélope Cruz, por "Loving Pablo" y Nathalie Poza, por "No sé decir adiós". Quizá Poza parta con ligera ventaja y Mortimer tenga menos opciones. Tampoco Cruz está teniendo buenas críticas, pero ya se sabe: ella y Bardem dan tanto lustre...