Benedicto XVI ha admitido que sus "fuerzas físicas" están sufriendo "un lento declive" que "interiormente" le está provocando una "peregrinación" hacia lo que denomina "la Casa". En una carta remitida al "Corriere della Sera", el Papa emérito, de 90 años, también ha hecho referencia a las personas que cada día lo asisten y lo acompañan. "Es una gracia estar rodeado de un amor y bondad que nunca hubiera podido imaginar en esta última parte del camino, a veces un poco agotador", ha afirmado.