Televisión Española tenía está semana el reto de que su nuevo programa de entretenimiento, "Maestros de la costura", cogiera el testigo del exitoso "Operación Triunfo" sin morir en el empeño. Y lo consiguió. Los datos de audiencia avalaron la nueva apuesta de la cadena pública mientras las redes ardían, entregadas al gran descubrimiento del programa, Lorenzo Caprile.

El diseñador madrileño destacó por encima de María Escoté y Palomo Spain y se erigió enseguida como una pieza fundamental del programa. Sus discusiones con los concursantes y su manera de juzgarles ya le han granjeado una legión de fans. En un solo programa, ya ha dejado claro que cuando se pone las gafas puede pasar de todo y se ha convertido en un personaje televisivo, a medio camino entre Risto Mejide y Mónica Naranjo, que pude dar noches de gloria al concurso de TVE. El que fuera uno de los diseñadores preferidos de la Reina Letizia sabe lo que se hace, esta orgulloso de ser "modista" y no parece que vaya a pasar ni una los concursantes. Como el mismo dice, "seré muy clasicorro y muy barrio de Salamanca, pero yo he visto mucha moda". Y se queda tan ancho.

Otra cosa diferente es analizar en sí el programa, si nos fijamos un poco, es dificil no darse cuenta que este "Masterchef" de la costura aporta poca originalidad en cuanto al formato. A pesar de esto y de Raquel Sánchez Silva, el programa puede triunfar y acercar el mundo de la moda a la gente a través del entretenimiento y en pleno prime time. Que no es poco y no está nada mal para la cadena pública. Ahora solo queda esperar a las audiencias de la segunda semana, que suelen ser más indicativas que los estrenos, para confirmar si tenemos costura para rato o no.

En el lado contrario están esta semana Telecinco y Antena 3. Las dos cadenas se exponen a una sanción de Competencia por anunciar el estreno de la serie "La verdad" y la película "Palmeras en la nieve" y retirarlas en el último momento de la parrilla. Ambas cadenas llevaban días anunciado el choque y Telecinco ya había trasladado "Got Talent" al lunes y a Bertín Osborne a los viernes, pero ni con esas. La guerra de la contraprogramación está llegando a niveles de vergüenza ajena. Está misma semana, Lidia Bosch ha tenido que pedir perdón por el retraso del estreno de su serie después de recorrerse los platós toda la semana promocionándola. Luego se quejarán porque la gente se suscribe a Netflix.