Tras sesenta años sobre el escenario, José Sacristán desciende ahora hasta las "alcantarillas" del poder en "Muñeca de porcelana", una intensa obra de teatro de David Mamet de vibrante ritmo que explora la política, la economía y los medios de comunicación en una espiral de sucesos que se desarrolla en apenas 24 horas.

- ¿Ficción o realidad? El argumento de la obra es de tremenda actualidad.

-Lamentablemente, sí. La acción se desarrolla en Estados Unidos pero es aplicable a cualquier latitud. Mamet tiende a poner la mirada en lo que le rodea. Hace una especie de colonoscopia del poder, de las alcantarillas de todo esto, e investiga la figura de los que manejan el cotarro político y económico como consecuencia del poder moral. También se plantea qué pintamos nosotros en todo esto: nosotros los votamos, los jaleamos y los aplaudimos. Sabemos que son unos chorizos y volvemos a jalearlos. Es una reflexión sin intención de pontificar ni enseñar a nadie cómo tiene que vivir poniendo delante de nuestras narices un espejo en el que de un modo u otro todos nos reconocemos.

- Representar una obra de Mamet escrita para Al Pacino es un lujo, ¿no?

-Es un texto formidable con un personaje riquísimo porque tampoco es de una pieza. Como todos los grandes autores hace personajes complejos y tiene sus variantes. Es un regalo de personaje. Y lo más importante es que un personaje esté bien construido, lo demás es accesorio.

- ¿Es cierto que su interpretación le gustó más al autor que la de Al Pacino?

-No me atrevo a decir tanto, el representante de Mamet vino al estreno y me dijo que le iba a contar lo que había visto. Me mandó una carta felicitándome junto a una pulsera de plata de regalo. Según el comentario del representante, parece ser que nuestro trabajo está más cerca de lo que el autor quería de lo que se estaba haciendo en Broadway, pero yo no me atrevería a decir tanto. El primer fan de Al Pacino soy yo.

- ¿Cuál es la esencia de los textos de Mamet?

-Es un cronista o testigo de su tiempo muy lúcido, en la línea de los grandes clásicos americanos como Miller, O'Neill o Williams. Es un tipo que tiene la grandeza de no ir con el proselitismo y de crear unas peripecias dramáticas interesantísimas que nos ponen un poco al tanto de lo que nos importa y nos ocurre.

- ¿Cómo va la gira?

-Lleva más de dos años y... perdón por la inmodestia, pero de puta madre, ésa es la palabra.

- Dicen que hablar de uno mismo es de mala educación, pero ¿cuáles son las claves de la interpretación de José Sacristán en "Muñeca de porcelana"?

-No sabría decir, hacer que la gente se lo crea. O tiene uno la capacidad de transmitir estados de emoción o no. Y cuando tienes un personaje como éste, hacerlo mal es de cárcel.