Los premios del Anuario de la música asturiana (AMAS) se han puesto duros. "Warcry" se llevó el premio al mejor disco por su trabajo "Donde el silencio se rompió", "Desakato" recibió los AMAS a mejor directo y mejor batería e "Ilegales" el de mejor canción. Unos premios que distinguieron al rock más duro, pero inmersos en un ambiente que sonó a jazz toda la noche, pues al premio honorífico a Isaac Turienzo se sumó el recuerdo emocionado a Rene de Coupaud, que recogió el mismo premio hace dos años. Todo ello en una gala, la celebrada anoche en el Teatro Filarmónica de Oviedo, marcada por los gestos y las palabras en favor de la libertad de expresión y contra la censura.

"Música en tiempos de cárcel". La frase del cantautor Alfredo González resumió buena parte de los discursos de agradecimiento de la gala. Luis Melero, premio al mejor bajista sumó la música en directo a la lista de reivindicaciones: "Si nos siguen vetando se acabará la música y se acabará la cultura".

La gala comenzó con la actuación de "Amboaje". Fueron los primeros músicos en subirse a un escenario en el que la música en directo también se llevó de algún modo un reconocimiento con el galardón a la asociación Bocanegra, el segundo "Amas de honor". Un colectivo que lleva diez años organizando conciertos de talla internacional en Valles, un pequeño pueblo de 55 habitantes en el concejo de Piloña.

Y sonó más música de nuevo con "Mala reputación". Las tres actuaciones de la noche viajaron por ese mismo sendero emocional, del rock al jazz, que completaban el palmarés y los homenajes. La última de esas actuaciones, tras unas emotivas palabras de Turienzo al recoger su premio, fue la de "Ross Gala & Alfredo Morán Quartet".

El pianista, uno de los grandes protagonistas de la velada, comenzó su discurso tras recoger el AMAS de honor proponiendo a Ramón Prada, de "Söax", un intercambio por su galardón al grupo revelación. "El premio me pilló trabajando a pleno rendimiento", reveló Turienzo, que no olvidó un emocionado recuerdo a "los compañeros que ya no están entre nosotros".

Pero no fue sólo eso. La música tradicional en todas sus vertientes también obtuvo el reconocimiento de la escena. Marisa Valle Rosso recogió de manos de su hermano Fernando el premio a mejor canción folk. Y "Felpeyu", una de las bandas con trayectoria más longeva del Principado, se llevaron el premio al mejor disco folk.