La estilista profesional y modelo asturiana Isabel Lajo, Ila Cheyenne, en el mundo de la moda, anda estos días encantada con el éxito del primer desfile de moda sostenible, coordinado por ella, celebrado en el marco de la VIII Jornada Slow Fashion Next que dirige Gema López, coorganizada por el Museo del Traje de Madrid.
Ila Cheyenne, natural de Ujo y residente en Madrid desde 1998, se ha marcado como objetivo despertar las conciencias y hacer ver lo importante que es leerse bien la etiqueta antes de comprar una prenda. "Existe la falsa creencia de que la ropa confeccionada con fibras ecológicas y respetuosa con la sostenibilidad no es elegante ecológica, y eso no es así en absoluto", asegura.
Ella predica con el ejemplo. "Jamás adquiero nada que no me ofrezca plenas garantías; hay muchas tiendas y marcas en las que elegir todo tipo de ropa y complementos", asegura. La maniquí, que ha trabajado para grandes casas europeas como Nina Ricci, pone como ejemplo los diseños que hacen, entre otras, la asturiana María Lafuente, una de las 24 firmas que participaron en la pasarela. Cheyenne también hace hincapié en las grandes diferencias que existen entre un desfile "convencional" y lo que podría llamarse un eco-desfile: "Lo sostenible va más allá de los tejidos, también implica la diversidad de razas entre las modelos y cierta flexibilidad con las tallas, que en este caso han sido todas de la 38, algo impensable en otro tipo de exhibiciones". Isabel Lajo, que cuenta como anécdota que hace un año acabó un máster en la Universidad Rey Juan Carlos sobre derechos de imagen y representación de artistas y deportistas, "que terminé con un 9,5 y el escrupuloso pago de unas tasas nada bajas", precisa, está convencida de que el mundo de la moda está cambiando. "Para el año 2020 el 60% de producción de ropa deberá hacerse en algodón ecológico; cambia el consumo y volvemos a mirar hacia esos tejidos de toda la vida, como el popelín, el algodón o la seda". De hecho, su lema para salir de compras es "cien por cien algodón". "No me gustan las fibras artificiales ni entiendo como alguien se quema los pies con zapatos de plástico; la industria textil debe acometer cambios para lograr un futuro mejor". La jornada también contó con conferencia, mesas redondas y actividades de networking.
