No todo iban a ser percebes, centollo y botellas de sidra en la visita del chef americano Anthony Bourdain a Asturias. Y es que el afamado cocinero, que se encuentra en el Principado con su amigo, el también astro de los fogones, José Andrés, no ha querido dejar de lado su rutina de actividad física, basada en la práctica del jiu-jitsu brasileño (también conocido como brazilian jiu-jitsu o por sus siglas, BJJ). Para ello ha elegido el gimnasio Ru-Ta 66 de Lugones (Siero), donde entrenó ayer y el lunes dejando "muy buenas sensaciones" entre sus compañeros de tatami: "Fue muy humilde y educado; además, está en muy buena forma. Le dimos bastante caña pero él está muy fuerte". "Fue muy amable en todo momento. Nos dijo que él sólo quería pelear y nos sorprendió. Está en muy buena forma. En algún momento pensamos que quizá nos decía que tuviesemos cuidado con las manos o con la cara por la cocina o la televisión, pero no dijo ni pío. Para tener 61 años el señor se las trae", confiesa Pablo Díaz, profesor del equipo de BJJ, "es un hombre callado y respetuoso. Viendo su fama y la repercusión que tiene, por ejemplo, en redes sociales, no pensamos que fuese a ser tan cercano. Le pedimos fotos y no puso ningún problema. Fue muy majo" , informa Alejandro de la Fuente.