La Reina Letizia viajó a la Republica Dominica en lo que significa su tercer viaje de cooperación y después de llegar el domingo bajo unas estrictas medidas de seguridad, ayer visitó una de las zonas más afectadas por la pobreza del país. La Reina conoció un proyecto de distribución de agua potable en la localidad de Monte Plata, a una hora de la capital. Durante la jornada charló con las mujeres de la zona y se reunió con un grupo de monjas, quienes le explicaron el proyecto que abastece de agua a más de 30 familias de la zona tras una inversión de 130.000 euros.

Para la ocasión, Letizia ha elegido un look de lo más sencillo y cómodo con un pantalón en tono crudo, blusa a rayas verticales y zapatos planos. La Reina ha completado su look con una blazer en azul marino que se ha visto obligada a quitarse dada a las altas temperaturas.

El objetivo de la visita era poner el foco en las actuaciones que la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) ha llevado a cabo en los últimos años en materia de agua y saneamiento en áreas rurales, una de sus prioridades en República Dominicana plasmada con 42 millones de euros en los últimos 15 años.

"Nuestra vida ha cambiado al cien por cien. Ahora tenemos agua para beber y para el hogar", comentó Yajaria, una de las mujeres que acompañó a la Reina durante su recorrido por la comunidad, integrada en su mayoría por casas muy precarias.

El agua procedente de los pozos de la zona se almacena en dos grandes tinacos de 5.000 galones de capacidad y una vez clorada, se distribuye a diversas fuentes donde los vecinos la recogen.

La llave se abre dos veces al día durante dos horas, explicó la monja Flor de María Galán, de la congregación que recibió la subvención de la Aecid. Doña Letizia se mostró en todo momento cariñosa con las vecinas y agradecida por que le abrieran sus casas para poder conocer cómo es su día a día. Uno de esos hogares es el de Marianela, que le enseñó la lavadora que ahora puede usar gracias al suministro de agua.

"Me da mucho gusto que esté usted aquí", confesó la vecina a doña Letizia, quien tuvo que quitarse la chaqueta debido al calor reinante. Los habitantes aprovecharon para pedir a la Reina que interceda para que el siguiente paso sea asfaltar las calles, poner aceras e instalar alcantarillado en el pueblo, construido hace diez años. El recorrido de la Reina se prolongó media hora, durante la que visitó una segunda vivienda y recibió como obsequio dos muñecas indianas hechas a mano.