John Travolta y Kelly Preston, marido y mujer en la vida real, revivieron la "difícil" experiencia de perder a un hijo en la película "Gotti", algo que les recordó el fallecimiento de su hijo Jett en 2009. "No puedes evitar que esas escenas te recuerdan lo que pasaste", admite Travolta, que encarna en esta película que se estrena el viernes en Estados Unidos a John Gotti, el líder de la familia Gambino, considerada una de las mafias más poderosas de la historia.

Las actrices Emma Suárez y Manuela Vellés protagonizarán "La influencia", la ópera prima del director Denis Rovira, quien avanza que será una cinta "oscura, siniestra y muy dura", con personajes y situaciones "muy realistas". El rodaje, que arrancará el lunes, tendrá lugar entre Madrid y Asturias, que ya acogió en su día el rodaje de "El orfanato", exitoso título de terror de J. A. Bayona.

"La influencia" cuenta con una gran historia, no es una película de sustos. No estamos aquí para hacer una película banal con momentos que van a hacer reaccionar al público y ya está. Es algo más profundo y por eso necesitaba unos actores de categoría", dijo Rovira en Madrid durante la presentación de la película.

Basada en la novela homónima de Ramsey Campbell, "La infuencia" cuenta la historia de Alicia (Vellés), una mujer que regresa a la mansión de la que huyó siendo una niña con su nueva familia, formada por su marido (Alain Hernández) y Nora (Claudia Placer), su hija pequeña.

En la casa, Alicia tendrá que enfrentarse a su pasado y la presencia de Victoria (Emma Suárez), la posesiva matriarca de la familia que ha caído en coma profundo y sobrevive conectada a una máquina, por la que la pequeña Nora siente una fascinación malsana y también a su hermana Sara (Maggie Civantos), que cuida de Victoria.

"Clasificamos el género de la película como horror, desde el psicológico hasta el terror más visceral", dijo Rovira y añadió que a pesar de que la película "cuenta con situaciones sobrenaturales", lo más importante es el miedo que se genera a partir de las relaciones materno filiales y del personaje de Emma Suárez, "el que más peso tiene en la película por presencia y por ausencia". Suárez no ha querido desvelar mucho de su personaje, debido a que está "envuelto en misterio" pero ha asegurado que se trata de una mujer en coma "con un gran dolor por la pérdida de su pareja, el padre de sus hijas, que le ha llevado hacia las sombras y el aislamiento".

"Es la primera vez que interpreto una película de terror psicológico y de horror y todo lo que en mi vida significa algo nuevo o diferente siempre me provoca mucha curiosidad y respeto y me ofrece además la posibilidad de trabajar desde otro lugar los personajes y descubrir también mis propios miedos", añadió.

La historia del cine tiene en sus anales una larga lista de películas sobre Satán, pero fue "La semilla del diablo", estrenada hace medio siglo, la que puso de moda esta temática con un brillante film de Roman Polanski, capaz de crear un cuento de terror que podría pasarle a cualquiera.

La película se estrenó cuando los "spoilers" aún se llamaban "destripes" y parece que nadie vio un problema en que desde el título en español, "La semilla del diablo", el espectador pudiera sospechar de qué iba todo aquello. Se estrenó el 12 de junio de 1968 y fue la primera película totalmente estadounidense del polaco Roman Polanski, que dio una lección de cómo partir de lo cotidiano para crear un opresivo clima de miedo e inseguridad.

Nada tan cotidiano como una joven pareja que se muda a un apartamento en Nueva York y decide tener un hijo, como unos atípicos vecinos ancianos demasiado solícitos o un marido capaz de todo por triunfar como actor. Pero todo se enrarece cuando Rosemary (primer papel protagonista de Mia Farrow), tras una satánica pesadilla nocturna, se queda embarazada y empieza a sospechar que una terrible amenaza se cierne sobre ella y el bebé que espera. P

olanski maneja con maestría la carta de la ambigüedad. "No quiero que el espectador piense 'esto' o 'aquello', quiero simplemente que no esté seguro de nada. Esto es lo más interesante: la incertidumbre". Mia Farrow se enroló en el film a pesar de la oposición de su marido Frank Sinatra y fue capaz de comer hígado crudo siendo vegetariana. "Para ser sincero", reconoció Polanski, " no estaba entusiasmado con ella hasta que empezamos a trabajar. Entonces descubrí, para mi sorpresa, que es una actriz brillante".