Tras el escándalo de Benetton, una nueva polémica se suma al mundo de la moda. Esta vez, de mano de Donna Karan quien ha ido un paso más allá de lanzar una campaña plagada de lujo en tiempos de crisis y, para promocionar su línea de ropa de primavera, ha escogido la ciudad de Jacmel, al sur de Haití, como escenario.

Está claro que no es el sitio más idóneo para promocionar auténticas prendas de lujo. ¿Qué quiere conseguir la diseñadora estadounidense mostrando sus exclusivas piezas en medio de la pobreza?

En la imagen de la discordia vemos a Adriana Lima posando en Haití mientras luce un mono verde militar valorado en unos 1.500 euros. Detrás de ella, dos jóvenes haitianos que permanecen al margen de la escena y mirando atónitos a lo que está sucediendo ante sus ojos.

Ya hay quien se ha lanzado a las redes sociales a condenar esta campaña tachándola de "racista", "equivocada" o incluso "imperialista". No sabemos qué ha podido pasar por la cabeza de Donna Karan para hacer esto.

Sólo querían dar a conocer la cultura Haití

Mientras tanto, desde la firma DKNY, aseguran que la campaña "infunde el vibrante espíritu de Haití con la sexy inspiración de Nueva York". De hecho, lo que buscan es dar a conocer la cultura haitiana.

La intención de la diseñadora no es ofender. "Donna Karan ha estado profundamente comprometida en apoyar y dar confianza a Haití desde el terremoto. A través de sus experiencias personales allí, Haití fue una inspiración natural para la colección de primavera 2012. El objetivo de la campaña es celebrar la cultura y la creatividad de la gente de Haití", aseguran desde la firma.

Y es que Donna tiene una fundación, Hope Help & Rebuild Haiti (Esperanza, Ayuda y Reconstrucción para Haití) que busca ayudar a los isleños tras el terremoto que asoló la isla en enero de 2010 y que causó 300.000 muertos y cientos de miles de desplazados.