La palabra impresa está de moda. En la última pasarela de Milán de moda masculina, un par de diseñadores coincidieron en hacer desfilar a sus modelos con un periódico bajo el brazo. Algunos analistas de tendencias hablan ya de los diarios y revistas en edición impresa como apuesta más personal y exclusiva frente a otros formatos y los fabricantes de accesorios dedican a la prensa escrita un lugar preferente.

Milán. La más importante pasarela de moda masculina del mundo. Los modelos de Raf Simons (para Jil Sander) desfilan vestidos en negro y cuero. Son hombres de una elegancia clásica pulida y revisada bajo el filtro de la modernidad, hombres muy cosmopolitas y urbanitas. ¿Qué llevan como complementos? Bolsas de papel (en un guiño al reciclaje y la sostenibilidad ambiental), carpetas y sobre todo diarios. Periódicos en edición impresa.

Aunque el hombre del próximo otoño-invierno 2012-2013 que imagina la firma alemana va perfectamente enguantado, Simons ha diseñado además una especie de portadiarios -una versión lujosa, en pieles nobles- tan práctico como sofisticado para poder llevar en ellos la prensa del día.

El detalle no es casual. Ni aislado. También en la pasarela milanesa, la estilista franco-turca Nicole Fahri mostró una colección inspirada en los hombres viajeros. Y en estos estilismos viajeros resultaron imprescindibles las chaquetas amplias, cómodas y de punto, los trajes de estilo pijama -que las pasarelas llevan varias temporadas tratando de implantar- y multitud de periódicos y revistas de distintas partes del mundo.

¿Adiós al hombre tecnosexual?

Esta aparición -o reaparición- del papel impreso en las pasarelas de moda tiene su lectura sociológica. El hombre tecnosexual, que se subía a las pasarelas internacionales o se movía por las ciudades del mundo cargado con accesorios de última generación, dio pronto paso al retrosexual.

Dentro de esta tónica, el diario y las revistas en papel se asocian a una mayor exclusividad, cultura, exigencia y refinamiento. El diario ABC citaba recientemente una conferencia impartida por Richard Cope, analista de tendencias en la oficina londinense de Mintel, quien lo explicaba así: "Un periódico o revista dice algo sobre quien lo lleva, mientras que un Kindle o un iPad no proyecta nuestra personalidad, ni nuestras creencias políticas ni nuestras preferencias culturales".

Richard Cope, en la citada charla organizada por la Asociación Británica de Agencias de Publicidad, destacaba el lanzamiento de nuevas revistas impresas muy selectas -tanto en España como en Francia- y relacionaba incluso la superior exclusividad de estos productos en papel con la filosofía de vida de los movimientos slow -defensores de la vida que se disfruta sorbo a sorbo- . Por eso abogada por los medios de comunicación "lentos": libros, revistas, periódicos...

Así, en el mercado de los complementos, hubo un momento de boom de fundas, bolsos y bolsillos para los dispositivos digitales pero ahora conviven con accesorios diseñados exprofeso para llevar -y exhibir- la prensa escrita.

Además de los novedosos portadiarios de la firma alemana Jil Sander, abundan los bolsos y bolsas de viaje -tanto para hombre como para mujer- que incluyen correas o departamentos pensados para los periódicos y las revistas. Que, además, no se guardan en el interior, al contrario, quedan expuestos a la vista. Hay también bolsas creadas en formato longitudinal para llevar el diario doblado.

Reporteros del siglo XX

Por su parte, la casa de marroqinería de origen español que mejor representa el lujo, Loewe, ha incorporado este año un bolso para hombre llamado Cool reporter (algo así como el reportero estiloso, o a la última) que es un todo un homenaje a las bolsas clásicas que utilizaban los periodistas de mediados del siglo XX- entre 1950 y 1960-y donde guardaban sus impresdincibles cuadernos de notas. El bolso es una cartera rectangular con cremallera y amplios bolsillos exteriores multifunción.

El idilio entre la moda y la prensa escrita no es nuevo. Es ya mítica la colección que el ahora caído en desgracia John Galliano realizó para la firma Christian Dior con estampados de papel de periódico. Sarah Jessica Parker, que lució uno de estos vestidos como Carrie Bradshaw en Sexo en Nueva York, los catapultó. La idea, después, se ha repetido hasta la saciedad.

La marca de moda Aspesi también utilizó páginas de rotativos para confeccionar seis prendas que expuso en Italia y España a finales del año pasado, y un joven chino recicla los ejemplares usados para realizar unos originales zapatos que ya se venden en Europa y Estados Unidos.