Más vale que el tiempo venga soleado. De lo contrario los hombres esclavos de la moda pasarán un poco de frío. Las bermudas y pantalones pesqueros, con largo hasta el tobillo, están hasta en la sopa y son una constante en las propuestas tanto de los diseñadores más afamados como de las marcas de moda barata.
Roberto Cavalli, Prada, Calvin Klein y Dolce&Gabbana hacen las versiones caras de unos diseños que por precios mucho más módicos pueden encontrarse en casas españolas como Purificación García y Zara, sin olvidar versiones aún más baratas en Bershka y el resto de tiendas de la constelación Inditex, y la sueca H&M. Otra de las prendas que no puede faltar en el armario de los más elegantes son las chaquetas ajustadas y bien armadas, que se pegan al cuerpo y no hacen ni una sola arruga. En este caso el éxito de la elección dependerá en buena medida del corte aplicado. Las de H&M guardan una buena relación entre calidad y precio. A la vez, las corbatas y pantalones se estrechan y afinan al máximo.
Además serán plena tendencia las chaquetas de corte college, los trajes que combinan chaquetas con shorts y los fulares. En el abanico de tonalidades no pueden faltar los colores flúor para dar un toque alegre. Uno de los protagonistas será el mandarina tango. El lino blanco es otra de las materias primas que nunca pueden faltar en las noches estivales. El gris, el rojo, el azul marino y toda la gama de las tonalidades piedra también serán un acierto total. Y para llevar los pies a la última merece la pena conseguir un par de buenos mocasines con aires náuticos, sandalias romanas y zapatos Oxford. Los playeros y el calzado de apariencia más fuerte, con suelas gordas y adornos recargados, mejor guardarlo a buen recaudo en el armario a la espera de tiempos más propicios.
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