Ángel CABRANES

Miguel Ángel López Noval, uno de los integrantes del primer equipo de natación del Santa Olaya, falleció el pasado 16 de enero en Gijón, a los 64 años. Se va un olayista de pro que colaboró en la construcción de la primera piscina del club ganando terreno a la mar, que tantas alegrías le dio.

Casado con Carmen Pedregal, Miguel Ángel López tuvo cuatro hijos: Gonzalo, Gemma, Marcos y Marta. Trabajó en Astilleros del Cantábrico y en la factoría Mieres Tubos, antigua Perfrisa, como tornero hasta su jubilación. Conocido como Miguelito el «boya», sus comienzos como nadador del Santa Olaya llegaron cuando Adolfo Carbajosa, primer entrenador fabril, le fichó tras verle competir en una travesía del pedreru.

En 1959 colaboró en la construcción de la primera piscina de la entidad y más tarde, junto a Chinín, Chani, Pititi y Milito, logró los primeros trofeos en un club que se iniciaba en competiciones regionales. En la memoria permanecerán sus participaciones en mariposa junto a Milito, en las que se detenía en mitad de la prueba para contemplar con orgullo cómo su compañero lograba el triunfo. Amante de la pesca submarina, su ilusión y ganas siempre serán recordadas por los olayistas.