Cada vez más atentos a las modas, los hombres se lanzan a descubrir propuestas que les ayuden a mostrar su mejor cara sin complicarles demasiado la vida. A sus problemas -agresión del afeitado, pérdida de cabello, ojeras, flacidez, papada...- hay que sumarles ahora el cuidado de la barba y el renacido bigote en versión moderna (hay que mantener las bacterias a raya), el diseño o la eliminación de tatuajes y la necesidad de mantener un rostro joven en un entorno laboral que no admite huellas de fatiga.

Sin rastro de cansancio. Según la agencia de investigación de mercados TNS, para el 45% de los europeos el cansancio es el gran enemigo de un aspecto saludable. El estudio Let Your Face Do The Talking, realizado por Allergan, recoge también que al 87% de los españoles les preocupa que su rostro dé la impresión de estar triste o enfadado por las huellas de la edad, y 8 de cada 10 encuestados revelan que les inquieta que hagan un juicio equivocado de su personalidad basándose sólo en su cara.

"La imagen que tenemos de nosotros puede afectar a nuestra seguridad y confianza hasta el punto de generar patologías y condicionar nuestro comportamiento", afirma Silvia Álava, psicóloga especializada en inteligencia emocional. "El 90% de mis pacientes busca eliminar los signos de fatiga en el rostro: no les preocupa cumplir años, sino llevarlos bien", señala la doctora Raquel Moreno Pentinel, especialista en medicina estética y directora médica de la Clínica Eres Estética Médica de Madrid.

Enfrentarse a las arrugas, las ojeras y la flacidez provocada por la pérdida de volumen facial a partir de los 35 ayuda a revitalizar el rostro. Una opción son los rellenos con ácido hialurónico que restablecen la hidratación y recuperan la elasticidad de la piel. En buenas manos levantan las comisuras de los labios, disimulan ojeras y logran que los surcos nasogenianos (líneas que van del extremo de la nariz a los labios) y las arrugas de la frente y el entrecejo se vean menos marcados. Más información: www.tratamientosfacialesallergan.es

¿Cuándo hay que preocuparse del pelo?

"Doctor, no me quiero quedar calvo", es la frase más recurrente en la consulta del dermatólogo tricólogo, especializado en el cuidado del cuero cabelludo y tratamientos de alopecias. "Los hombres acuden cuando notan que está empezando la caída y si tienen antecedentes familiares de alopecia androgenética, pero también nos encontramos con problemas como la dermatitis seborreica y el exceso de grasa capilar", explica la doctora Cristina Serrano, dermatóloga y miembro del grupo español de Tricología. Recomienda acudir al especialista "siempre que exista una caída abundante de pelo mantenida en el tiempo (en condiciones normales, la caída es de 50-100 pelos al día y las caídas estacionales duran de dos a tres meses); cuando se note que el cabello se va afinando y haciendo más débil; si hay pérdida de pelo en cejas, barba, axilar o corporal, y si hay síntomas como picor, dolor, escamas o rojez".

Cuando ya se echa en falta el cabello, el dermatólogo Jose María Ricart, que ha desarrollado la unidad capilar del SHA Wellness Clinic (Alicante), propone el trasplante de pelo con la técnica FUE de extracción individual de folículos que se implantan después en la zona receptora mediante microincisiones. Es una intervención larga (7 u 8 horas) pero los resultados se notan. www.shawellnessclinic.com