El sentido del humor termina modificando el cerebro de forma positiva y además fortalece el cuerpo y es saludable, ha destacado la catedrática de bioquímica y biología molecular Natalia López.

En su conferencia «Humor y cerebro feliz» impartida en un curso en Navarra, ha subrayado que el humor responde a un mecanismo cerebral «precioso», que está siendo muy investigado por la neurociencia y que se origina en un área denominada «central de detección de errores». Por ejemplo, al escuchar un chiste, el cerebro procesa el lenguaje y, cuando la historia toma un giro absurdo, la «central de errores», una región situada entre los dos hemisferios, detecta el error y sincroniza lo lógico y lo ilógico de la narración, ha explicado López.

Al conseguir detectar el error, ha indicado la catedrática, el cerebro obtiene una «recompensa» a través de la liberación de dopamina, una hormona que genera sensación de regocijo que se termina somatizando en una carcajada que, a su vez, fortalece el corazón y genera respuestas somáticas saludables. López ha señalado en ese sentido que el mecanismo cerebral del humor es muy complejo, pero es innato al ser humano: «Es un mecanismo que se expresa de igual forma en todas las culturas, en todas las edades. La risa significa alegría y felicidad universalmente y en todas las épocas».

Sí existen no obstante algunas diferencias entre el sentido del humor de hombres y mujeres, ya que la parte cognitiva del mismo es igual, pero no la parte emocional. A los hombres «lo que normalmente les hace soltar la carcajada es que algo sea absurdo», mientras que las mujeres, «por su mecanismo de procesamiento de las emociones, que es mucho más intenso, necesitan que lo absurdo sea divertido; una cosa simplemente absurda no les hace gracia». También hay algunas diferencias entre los adolescentes y los adultos, ya que los primeros «tienen muy poco sentido del humor », porque captar lo ilógico y lo absurdo «requiere una parte del lóbulo frontal que justamente madura muy tarde».

La catedrática ha hecho especial hincapié en la importancia del sentido del humor en la sociabilidad, porque «la risa es convivencia». «Las personas que nos hacen reír nos hacen felices no tanto porque nos hacen pasar un buen rato, sino porque en el fondo, cuando nos reímos, aunque las cosas estén muy negras, todo se relativiza un poco y eso nos fortalece mucho el cuerpo también», ha concluido.