El estrógeno puede contribuir al cáncer de pulmón al intensificar los efectos del humo de tabaco, según una investigación presentada en la reunión anual de la Asociación Estadounidense de Investigación del Cáncer.

El descubrimiento de los científicos de la Universidad Duke y el Centro Fox de Investigación del Cáncer en Filadelfia (Pensilvania) apuntan a la posibilidad de nuevas terapias dirigidas al metabolismo de esa hormona.

"Esta investigación proporciona el eslabón entre el estrógeno y el humo de tabaco", dijo Jing Peng, una graduada de la Universidad Nankai de China que es coautora del artículo y trabaja en el laboratorio de Margie Clapper en Fox.

Las investigadoras encontraron que el estrógeno se metaboliza en derivados tóxicos en el pulmón de los ratones de laboratorio. El nivel de estos metabolitos tóxicos aumentó cuando se expuso a los roedores al humo de tabaco.

Los resultados indican que, algún día, podría haber nuevas terapias que impidan que el estrógeno se convierta en toxinas y ayuden en el tratamiento, o incluso la prevención, del cáncer de pulmón.

"En el futuro quisiéramos centrarnos en las sendas de metabolización del estrógeno como forma de prevención del cáncer de pulmón", dijo Peng.

Los científicos han sabido durante mucho tiempo que el humo del tabaco es la causa principal del cáncer de pulmón. Pero recientes descubrimientos señalan que el estrógeno también podría desempeñar un papel en esta enfermedad.