El 30% de la población pediátrica padece algún trastorno del sueño, según los estudios realizados sobre la materia por el neurólogo infantil Jesús Eirís Puñal, que ha subrayado que las alteraciones del sueño tienen efectos sobre "el desarrollo psicomotor, cognitivo, social y emocional del menor".

Eirís ofrecía estos datos en el transcurso de la sesión pediátrica "El sueño del niño: Alteraciones y repercusiones habituales", celebrada hoy en el hospital Arquitecto Marcide de Ferrol a la que asistieron medio centenar de facultativos.

"El sueño es muy importante porque hay mucha patología a su alrededor. A veces tiene repercusiones que no parecen relacionadas con esto pero que influye tanto en el niño como en su familia", ha explicado el neurólogo del Complejo Hospitalario Universitario de Santiago de Compostela (CHUS).

Puñal se ha servido de esquemas, vídeos, algoritmos y guía para exponer los trastornos más frecuentes del sueño y las patologías asociadas, además de responder a las dudas de sus colegas.

Ha destacado que las alteraciones en el descanso nocturno del menor tienen efectos sobre el desarrollo del niño y ha insistido en la importancia de detectarlos para "asesorar a las familias, iniciar el tratamiento básico y derivar los casos más complejos".

El neurólogo infantil de CHUS dividió las causas más comunes en tres categorías: dificultades para conciliar el sueño, somnolencia excesiva (narcolepsia) o insomnio junto a alteraciones metabólicas (hipotiroidismo o diabetes), y en tercer lugar los problemas respiratorios o parasomnias (terrores nocturnos o sonambulismo).

También hizo hincapié en los "malos hábitos" como dormir delante de la televisión o las "asociaciones inapropiadas" que condicionan al niño a la hora de dormir como acunarlo, darle antes un biberón o tener un muñeco o chupete determinado en la cama ya que el pequeño considera que tiene que ser así siempre, de modo que si se altera esta rutina no concilia el sueño.

El neurólogo recomienda "firmeza afectiva" para marcar una "reglas de sueño" como dejar que el niño llore sin prestarle atención o pautar rutinas positivas para irse a la cama, que según destacó, funcionan en el "94 por ciento%" de los casos.