El síndrome de vejiga dolorosa es una dolencia crónica que afecta sobre todo a mujeres y que genera grandes molestias y disconfort. En los casos más severos puede llegar a impedir que las personas salgan de casa o que realicen sus actividades diarias, porque el dolor que se produce en la zona pélvica (debajo del ombligo) es muy fuerte.

¿Con qué frecuencia aparece? Las cifras reales de la afectación en España del síndrome de vejiga dolorosa no se conocen con exactitud. El motivo es que esta situación clínica está diagnosticada de una forma muy inferior a la incidencia de la enfermedad. El diagnóstico en fases iniciales o intermedias es inexistente porque solo se conocen los casos severos ya que es en estas fases cuando aparece el dolor y, en consecuencia, se acude al médico. Se estima que el diagnóstico se realiza unos 4 años después de la aparición de la enfermedad, aunque hay personas que tardan incluso 8 en acudir al médico.

¿A quién afecta? Como ya hemos apuntado, el síndrome de vejiga dolorosa afecta sobre todo a mujeres situadas en un espectro de edad muy amplio que va desde los 20 años hasta los 70. En la mayoría de casos se diagnostica en la post-menopausia aunque hay muchas mujeres jóvenes que, tras una clínica de cistitis de repetición, descubren que padecen este problema.

Causas. La causa más común por la que duele la vejiga es la inflamación de origen bacteriano. Estaríamos hablando de las cistitis clásicas aunque los pacientes con síndrome de vejiga dolorosa tienen, además de

la infección, una causa inflamatoria. De hecho, en muchos casos, los cultivos de orina no dan positivo a pesar de los dolores de la persona y de tener los síntomas propios de una infección urinaria. No confunda infección con inflamación.

Síntomas. El síntoma básico que presentan los pacientes con vejiga dolorosa es el dolor y la frecuencia miccional. El número de veces en que van al baño es muy elevado y eso modifica sus hábitos de conducta, sociales y de desplazamiento. Además, por las noches se acusa más este problema y la persona puede llegar a levantarse hasta 12 veces para orinar. Evidentemente, esa persona no puede conciliar el sueño y la pérdida de calidad de vida es muy importante.

Tratamiento. Por el momento no existe curación ni tratamiento definitivo que haga que el síndrome de vejiga a desaparezca. La corriente de opinión actual más en auge es aquella que opina que se trata de una enfermedad global o sistémica del paciente, cuyo órgano de choque es la vejiga. Esta afectación repercute en el resto del organismo. Sin embargo, son muchas las posibilidades de tratamiento, paliativas, que mejoran las molestias, la frecuencia miccional, la urgencia y en definitiva mejoran enormemente la calidad de vida de las pacientes.

¿Por qué debemos asistir al urólogo? Si se mantiene la inflamación - infección, se establece un circulo vicioso que produce una contracción permanente del músculo vesical, disminuyendo la capacidad de la vejiga urinaria y empeorando los síntomas.

Bartolomé Lloret es director del Centro Salud Hombre. Hospital Internacional Medimar