Escuchar música con excesivo volumen durante mucho tiempo produce lesiones más graves que las que genera oír el motor de un avión al despegar.

El oído humano tolera como máximo unos 85 decibeles de ruido durante un máximo de ocho horas antes de que comiencen a producirse daños en las células del oído interno „según la tabla de valores del Center for Disease Control and Prevention„. El ruido de un claxon, por ejemplo, es de 100 decibeles.

Ese tipo de lesión, conocida popularmente como "sordera del mp3" afecta cada vez a gente más joven. "La pérdida auditiva se está convirtiendo en un problema cada vez más común, entre los usuarios de aparatos de música portátiles y asistentes a locales con música a intensidades elevadas y en espacios cerrados", reconoce el otorrinolaringólogo gallego Jesús Araújo Nores. "Cada vez se aprecian mas pérdidas auditivas, entre las poblaciones más jóvenes y edades medias", asegura este especialista.

La proliferación de dispositivos portátiles para escuchar música en todo momento, mientras se viaja, se trabaja o estudia, han generado un aumento de consultas por problemas auditivos y hacen prever una "epidemia" de personas con daños auditivos prematuros a en los próximos años. "Es un problema común entre usuarios de aparatos de música portátiles y asistentes a discotecas con música elevada. El oído sometido a fatiga, carece del suficiente tiempo de reposo para la recuperación del umbral de audición", apunta Araújo.

"Cuando estando cerca de una persona que escucha un dispositivo musical portátil, podemos oír la canción que está sonando, se ha superado claramente esta intensidad", añade el experto. Esa es una forma fácil de darse cuenta de saber cuándo decir a alguien que baje el volumen.

Pero también, el aumento de las consultas por este tema va de la mano de la concienciación al respecto, principalmente entre los adolescentes y adultos jóvenes.