Hay que diferenciar el vértigo del mareo. El vértigo es la sensación de que todo se mueve a nuestro alrededor, de forma rotatoria, y puede durar desde días hasta unos minutos. El mareo, en cambio, es una sensación de inseguridad e inestabilidad.

No se trata de una enfermedad, sino de un síntoma que avisa de la existencia de otro tipo de problemas, aunque la más frecuente es la afectación del oído, un órgano muy relacionado con el equilibrio. También puede ser indicativo de la enfermedad de Ménière, caracterizada por episodios de vértigo, pérdida de audición y alucinaciones sonoras.

Hay que diferenciar el vértigo de la acrofobia que es el miedo a las alturas. "No es raro que la gente diga que padece vértigo cuando en realidad se encuentra mal cada vez que se asoma a un balcón. Muchos lo confunden con el miedo irracional a las alturas", explica Herminio Pérez-Garrigues, del Hospital La Fe de Valencia.

El que ha sufrido una crisis de vértigo no la olvida jamás

Este especialista asegura que esa sensación de que el entorno se mueve a gran velocidad "es peor que el dolor e incluso hay quien llega a sentir que la muerte es inminente. El desequilibrio y el desconcierto que se sienten son terribles. El que ha sufrido una crisis de vértigo no la olvida jamás".

Existen varios tipos de vértigo. La mayor parte de las personas afectadas sufren el posicional. Hay otra variedad que se denomina recurrente. Los especialistas explican que el vértigo, por lo general, avisa de la existencia de un problema en el oído interno, órgano relacionado con la audición y el equilibrio. Asimismo, puede alertar de alteraciones cerebrales y, en ocasiones, cervicales.

Tratamiento

Una vez diagnosticado, para iniciar su tratamiento es necesario conocer su origen. Para ello se realizan pruebas de estimulación de las zonas del equilibrio del oído interno.

"El oído interno es capaz de mantener la estabilización de la mirada cuando movemos el cuerpo. Si el oído interno no existiera, cada vez que moviéramos la cabeza, los ojos se moverían de forma aleatoria, algo así como los ojos de cerámica de una muñeca. Las técnicas de exploración han avanzado mucho. Una de ellas es la conocida como V-Git", comenta el doctor Pérez-Garrigues.

Respecto al tratamiento, en el vértigo posicional o postural, que es el que surge al mover la cabeza de una forma determinada, ya no se usan fármacos para combatirlo. Aunque puede remitir por sí solo, es conveniente realizar ejercicios para evitar la incapacidad física y emocional que origina.

Este vértigo "se soluciona con una maniobra de la cabeza. El especialista lo hace en un momento, con un porcentaje de éxito muy alto, y con el mínimo gasto. La base es reconducir cristales de carbonato que se han desplazado del oído interno a otras partes produciendo vértigo", señala el experto.

En el caso del vértigo recurrente, existe un tratamiento denominado intratimpánico que está dando muy buenos resultados. Consiste en una inyección a través del tímpano que permite a la persona afectada realizar una vida normal de forma inmediata. Si los síntomas son muy graves, la otra opción es recurrir a la cirugía.