Una nueva investigación publicada en 'Diabetologia' -la revista de la Asociación Europea para el Estudio de la Diabetes- muestra un mayor riesgo de resultados adversos en los bebés nacidos de madres con diabetes gestacional en comparación con las madres no diabéticas.

La proporción de mujeres con sobrepeso u obesidad está aumentando en casi todos los países del mundo y esto está acompañado por un mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 (DT2) -ya sea embarazada o no- y diabetes gestacional, una forma de diabetes que se experimenta sólo durante el embarazo. Aunque otros estudios han analizado los vínculos entre la diabetes gestacional y los resultados adversos en los bebés, son muy escasos los análisis muy grandes que se centran en una base de datos nacional completa, como la utilizada en este trabajo realizado por investigadores franceses.

En esta nueva investigación, se incluyeron los 796.346 partos que hubo después de las 22 semanas en Francia en 2012 mediante la extracción de datos de la base de datos de alta hospitalaria y el sistema del seguro nacional de salud. El estado diabético de las madres se determinó por el uso de fármacos para la diabetes o insulina para disminuir el azúcar en la sangre, y por el diagnóstico hospitalario.

Los resultados se analizaron según el tipo de diabetes y, en el grupo de diabetes gestacional, si la diabetes se trató o no con insulina. En los países de ingresos altos, aunque la mayoría de las mujeres con diabetes gestacional son tratadas con dieta al principio, alrededor de una de cada cuatro mujeres sufre diabetes gestacional grave o difícil de controlar que necesita tratamiento con insulina. El 75% restante de las mujeres con diabetes gestacional siguen siendo tratadas solo con dieta.

La cohorte de 796.346 partos contenía 57.629 madres (7,24%) con diabetes gestacional y había 705.198 partos (88% del total) con datos disponibles que vinculaban a la madre con el niño. Los riesgos de resultados adversos fueron de dos a cuatro veces más altos para los bebés de madres con diabetes tipo 2 antes del embarazo (diabetes pregestacional) que para aquellas con diabetes gestacional.

Entonces, los autores ajustaron sus datos, limitando el análisis a los partos después de las 28 semanas de gestación, para asegurar que todas las mujeres diagnosticadas con diabetes gestacional se incluían en el análisis (ya que el diagnóstico de diabetes gestacional se produce en la mayoría de los casos a las 28 semanas o después).

Después del ajuste, aumentó el riesgo de varias complicaciones para las madres con diabetes gestacional frente a las madres sin la patología: un 30% para el nacimiento prematuro; un 40% de riesgo de cesárea; un 70% de preeclampsia/eclampsia; un 80% de bebés nacidos significativamente más grandes que el tamaño medio (macrosomia); un 10% de dificultad respiratoria; un 30% de trauma del nacimiento y un 30% de malformaciones cardiacas.

Más riesgo en mujeres tratadas con insulina

Aunque estos mayores riesgos se producen tanto para las mujeres con diabetes gestacional tratadas con insulina como con dieta, la mayor parte del riesgo superior se encontró en las mujeres tratadas con insulina. Esto se debe a que la diabetes es más grave y el azúcar en la sangre más difícil de controlar en las mujeres que necesitan tratamiento con insulina, lo que resulta en un mayor riesgo de complicaciones que en las mujeres tratadas sólo con dieta.

Después de limitar el análisis a partos normales (37 semanas), se observó un mayor riesgo de muerte del recién nacido en mujeres con diabetes gestacional y tras excluir a las mujeres sospechosas de haber sido diagnosticadas con diabetes tipo 2 antes del embarazo, el riesgo se mantuvo moderadamente alto sólo para aquellas mujeres con diabetes gestacional tratada con dieta, con un 30% más de riesgo de morir.

Los investigadores sugieren que esta diferencia en el riesgo de muerte podría deberse a que las mujeres con diabetes gestacional tratadas con dieta tienden a dar a luz más tarde que las que son tratadas con insulina, lo que significa que el niño no nacido está expuesto a niveles más altos de glucosa durante más tiempo.

Los autores dicen que sus principales conclusiones también incluyen que el riesgo de malformaciones cardiacas es mayor para las mujeres con diabetes gestacional tratadas con insulina, pero no tienen riesgo de malformaciones del sistema nervioso. Plantean la hipótesis de que la exposición temprana del embrión a niveles anormalmente altos de glucosa tiene diferentes efectos sobre los tejidos del sistema nervioso y cardiaco. Otros hallazgos son que el riesgo de dificultad respiratoria también se incrementa para este subgrupo de mujeres diabetes gestacional tratadas con insulina.