"Nunca me planteé si iba a salir bien o mal. Siempre tienes un poco de miedo porque, cuando pasas por una enfermedad de éstas, todo lo desconocido te da un poco de miedo. Pero todo fue fenomenal, gracias a Dios. En el HUCA hay un equipo médico maravilloso, con el doctor Camporro a la cabeza, y una gente estupenda. Eso es fundamental para la recuperación de cualquier paciente. Hablo por mi experiencia. Que además de ser unos profesionales espectaculares, sean agradables y cariñosos con los pacientes, es mucho. Yo creo que el cariño es tanto como la medicina, es muy importante en la recuperación. La recuperación fue muy rápida.