La preocupación por los efectos de la contaminación en nuestra vida y en nuestra salud es una inquietud creciente entre la población. De sobra son conocidos los daños que causa la polución en el medio ambiente, pero ¿en nuestra salud?. Según las últimas encuestas y estudios de opinión realizados, la población actual está cada vez más concienciada sobre los efectos directos que la polución tiene sobre la salud y la calidad de vida. Por eso, cada vez son más las personas que ponen todos los remedios que están a su alcance por optar por una vida lo más saludable posible.

La contaminación acarrea graves riesgos para la salud y, tal y como indica el informe más reciente de la Agencia Europea del Medio Ambiente, es la causa de muerte de cerca de medio millón de personas en Europa al año. En concreto, los principales problemas de salud relacionados con la polucion son los relacionados con el sistema respiratorio y las enfermedades cardiovasculares.

En el caso de los enfermos cardiovasculares deben tener en cuenta, además, su grupo sanguíneo. Y es que, en función del grupo sanguíneo que tenga cada persona puede tener mayor o menor predisposición a sufrir una patología coronaria relacionada con los efectos de la contaminación. Esta es la conclusión a la que han llegado un grupo de investigadores del Intermountain Medical Center Heart Institute y la Brigham Young University. Según este estudio, las personas con grupos sanguíneos pertenecientes a los tipos A, B y AB tienen mayor riesgo de padecer un episodio de accidente cardíaco por la contaminación. Esto se debe a que en estos tipos de sangre se ha detectado una variante del gen denominado ABO, el cual parece estar relacionado con episodios coronarios en relación con la presencia de partículas en suspensión PM2.5.

Con estos datos, los científicos se ven capacitados para afirmar que el riesgo para ser víctima de un ataque al corazón aumenta cuando estas partículas en suspensión entran en contacto con los grupos sanguineos citados. De esta manera, los episodios coronarios se complican al relacionar un ataque cardíaco, el tipo de sangre y los efectos de la contaminación.

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Como conclusión, los investigadores destacan que las 24 horas siguientes a respirar aire contaminado son determinantes. En este período de tiempo las partículas presentes en la polución llegan hasta los pulmones de las personas y después es cuando se transfieren a la sangre. Los efectos de estas partículas en el organismo humano se pueden prolongar por un período cercano a los tres meses. Por tanto, la relación entre la contaminación atmosférica y los ataques cardíacos es directa.