El arroz en uno de los ingredientes más consumidos del mundo, básico en Asia y en gran parte de Latinoamérica. Es un alimento esencial que ofrece muchas ventajas: es económico, fácil de preparar y con él se pueden hacer una gran variedad de platos.

A pesar de que contribuye de forma efectiva al aporte calórico de la dieta, el consumo elevado de arroz puede causar problemas en personas sedentarias, concretamente un mayor riesgo de diabetes. Una taza de arroz cocido aporta 200 calorías, de las cuales la mayor parte provienen del almidón, que se transforma en azúcar y se acumula en el cuerpo en forma de grasa.

Como ocurre con todas las comidas, la forma de cocinar un alimento puede cambiar sus propiedades nutricionales. No es lo mismo arroz al vapor que frito. Científicos de Sri Lanka han descubierto una nueva y sencilla manera de cocinar el arroz que reduce a más de la mitad el número de calorías que absorbe el cuerpo.

El truco está en el almidón

La clave reside en el tipo de almidón que se consume. Hay dos clases principales de almidones: el digerible, que se procesa en el estómago y se transforma enseguida en glucosa, y el no digerible, que no se descompone en el intestino delgado, por lo que no se convierte en glucosa y aporta menos calorías. Teniendo esto en cuento, los investigadores pensaron en transformar el almidón digerible en no digerible para así reducir el número de calorías aprovechables.

El método consiste en añadir un lípido al agua hirviendo antes de echar el arroz. El lípido puede ser aceite de coco, aunque debería funcionar con cualquier otro tipo. Se cuece el arroz a fuego lento durante 40 minutos y luego se deja enfriar en la nevera durante 12 horas antes de volver a calentarlo para comer.

Por lo visto, según dichos expertos, el aceite interactúa con el almidón para alterar su estructura, mientras que el proceso de enfriamiento ayuda a preservar la conversión del almidón a uno con menos carga calórica.

Los científicos comprobaron que esta reducción de calorías varía en función del tipo de arroz, desde el 10% que se logra con el tipo de arroz habitual, al 50-60% del arroz con el almidón no digerible.

Así que ya sabes, si quieres comer un arroz que engorde menos, lo único que tienes que hacer es cocinarlo con aceite y enfriarlo seguidamente para que la estructura del almidón cambie.