"Es como un regalo que estés invitado a participar tan de lleno en el milagro de la vida". De esta manera tan sentimental define el sierense Sergio Gutiérrez su papel como matrona en un hospital de Badalona. El de Lieres es uno de los cinco hombres matrona que integran la asociación de este tipo de profesionales en Asturias, en el que hay más de 130 inscritos, en su abrumadora mayoría mujeres. Pese a que éstos reconocen que en sus inicios sorprendieron a más de un paciente y compañero, aseguran que el paso del tiempo ha normalizado su actividad de cara a los demás.

El acompañamiento profesional antes, durante y después del parto es algo cada vez más valorado por las mujeres, más informadas y preocupadas por hacer bien los deberes durante la gestación. Antaño, esta labor estaba monopolizada por el género femenino y, aunque en las últimas décadas han ido incorporándose los varones, todavía éstos son considerados, al menos en cuanto a presencia, "unos bichos raros" en este campo.

"En Asturias somos sólo cinco y en España dicen que no superamos el 5 por ciento", relata Carlos Justo Nava, un leonés llegado a Asturias en 2011 para trabajar como matrono, primero en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA) y desde el año pasado en Cangas del Narcea, muy satisfecho de los derroteros de su vida profesional. "Se trata de un ambiente hospitalario diferente, en el que los finales son casi siempre felices", apunta como principal motivo que le llevó a convertirse en matrona y dejar de lado otros campos de la enfermería.

El hecho de constituir una minoría no impide que sean aceptados, salvo contadas excepciones, como los profesionales idóneos para acompañar los embarazos. "En los años que llevo no he encontrado mayores problemas salvo con personas de otras culturas y nacionalidades con ciertos prejuicios", señala Gutiérrez, acerca de unos casos que son propios de localidades como Badalona, en las que la población inmigrante es muy superior a la que pueda registrar Asturias.

Los propios matronos sostienen que en el Principado estos prejuicios ya están superados. "Seguimos siendo pocos, pero la gente se acostumbra ya a vernos y no nos encontramos con problemas por ser varones", explica Cándido Manuel Ruiz, matrono en Cabueñes desde el año 2007, recordando que la abrumadora mayoría femenina afecta a buena parte de su ámbito sanitario. "De siempre hubo muchas más enfermeras que enfermeros, y la gente no le dio mayor importancia", comenta sobre unos hombres que, a su juicio, "son más de tirar por las urgencias y los cuidados intensivos".

Por todo ello, entienden que su dedicación es tan excepcional como su satisfacción. "Considero que tengo un trabajo muy bonito", declara el propio Ruiz, en la misma línea de unos compañeros que raramente han sido testigos de desenlaces dramáticos, aunque reconocen que "en casos contados pueden ocurrir cosas muy duras". Sin embargo, su voluntad es reducir al mínimo cualquier riesgo, y descartan que por el hecho de no poder ser madres tengan una menor preparación ni empatía con las pacientes. "El género no da ni quita más conocimientos", argumentan en su favor como hombres matrona.

Entre las excepciones masculinas de las matronas en Asturias figura también Antonio Navarro, un sevillano afincado en la región que se denomina matrona "a mucha honra" y que, además de participar asiduamente en "el milagro de la vida", del que se dice un enamorado, aconseja a las madres primerizas en jornadas sobre lactancia y otras iniciativas similares a través de su propia empresa.

Todos ellos creen que su rama laboral tiene mucho futuro y un gran terreno por descubrir a través de la investigación, la dedicación y el mimo que ponen a diario. Sin embargo, no consideran que ampliar la representatividad de su género en este campo sea una asignatura pendiente. Lo de cinco hombres matrona -sobre un colectivo de más de 130 profesionales en Asturias- es sólo un dato, aunque reconocen que la creciente temporalidad en la sanidad asturiana hace que por momentos haya más matronos trabajando en la región. Aun así, alguno se manifiesta orgulloso de representar a una minoría sin complejos y cada vez mejor mirada, que no hace otra cosa que romper otra barrera inexplicable de los prejuicios generados en algunas profesiones.

De todos modos, también hay quien pide diferenciar su actividad de otras que tienen lugar dentro del ámbito hospitalario, sumándose a una nueva tendencia que ya apunta a una nueva realidad sanitaria de la obstetricia. "El sector camina hacia la creación de casas de partos separadas de los hospitales", asevera Sergio Gutiérrez, quien ve poco lógica "la institucionalización de las matronas dentro del ámbito sanitario", a su entender, algo diferente al resto del ámbito hospitalario.