La mejor forma de hidratarse es mediante la ingesta de agua. Sin embargo, en ocasiones, a una parte de la población le cuesta consumir la cantidad adecuada. Es importante recordar que una correcta hidratación es esencial para mantenerse sano, subraya el doctor Rodrigo Abad, médico de familia del centro de salud de Pola de Siero. "Aproximadamente el 70 por ciento del organismo de un adulto joven es agua. En todas las estaciones del año es conveniente mantener una correcta hidratación, y especialmente en días de calor, tal y como sucede en verano", señala el facultativo. Aunque la hidratación es necesaria para todos, aún lo es más en el caso de niños, ancianos, deportistas, embarazadas y lactantes.

El doctor Abad recuerda que, "ante determinadas enfermedades o en personas ancianas, los circuitos de retroalimentación hídrica pueden estar alterados". En ese caso, "tenemos que obligarles a beber aunque no tengan sed, puesto que la deshidratación puede suponer el empeoramiento de su enfermedad e incluso llegar a la muerte". Por supuesto, "se incrementa la demanda de hidratación en deportistas o en determinados trabajos que requieren un alto esfuerzo físico", precisa el médico.

En cuanto al volumen de agua diario para un correcto funcionamiento del organismo, Rodrigo Abad se atiene a las pautas de la Agencia de Seguridad Alimentaria: "Entre dos y tres litros al día, incluido el líquido ingerido en los alimentos cocinados". Pero, ¡ojo!, esta cantidad depende de cada persona, y en esta variedad "influyen su actividad, peso y estatura". En el extremo opuesto, no debemos de pasar de cuatro o cinco litros diarios -salvo en situaciones excepcionales de altos requerimientos- "porque podemos lesionar nuestro riñón al deteriorar la función renal". Si alguien ingiere más de cinco litros diarios, estaremos ante lo que en medicina se conoce como polidipsia.

A quienes les cuesta beber la cantidad de agua idónea, se les pueden aconsejar otras formas de hidratarse. "Por ejemplo, con infusiones, que además aportan otras ventajas, como las infusiones de valeriana, que tienen carácter ansiolítico, o las de poleo-menta, que mejoran las digestiones, o las de tila, con efecto relajante", señala el doctor Abad. También podemos hidratarnos mediante alimentos: sopas, caldos y el consumo de algunas frutas y verduras.

Entre las frutas que más hidratan figuran la piña, el melón, la sandía, la pera, la manzana, la naranja o la papaya. Otros alimentos muy hidratantes son el pepino, o vegetales de hojas verdes como la lechuga y la espinaca, sin olvidar el apio o la coliflor. También están el pimiento verde y el brócoli. Hoy existen numerosas recetas de batidos con frutas o vegetales que contribuyen a una buena hidratación, ideales para los poco amantes del agua.

Recuerda Rodrigo Abad la conveniencia de tomar agua al levantarse, pues "contribuye a aliviar el estreñimiento". No se recomienda, en cambio, beber mucho antes de dormir para evitar tener que levantarse varias veces al baño por la noche, especialmente en el caso de personas mayores. Por otra parte, "si tomamos un vaso de agua media o una hora antes de las comidas, nos sacia y es probable que comamos menos", indica el médico de Pola de Siero.