Las orejas son una de las partes de nuestro rostro que más inadvertidas suelen pasar. Sin embargo, cuando destacan se convierten en motivo de complejos estéticos y burlas.

La cirugía de las orejas u otoplastia es un procedimiento quirúrgico que nos permite corregir la posición, el tamaño o defectos de forma de las orejas.

¿Cuáles son los principales motivos por los que se realiza una otoplastia? Las orejas de soplillo, en asa o prominentes, son el principal motivo por el que se realiza la cirugía de las orejas y se estima que afecta a un 5% de la población.

Otro de los tratamientos más habituales es la lobuloplastia, que corrige defectos en los lóbulos de las orejas, como los desgarros o la dilatación de los agujeros producida por el peso de los pendientes, entre otros. Estas afecciones se pueden corregir en una sola intervención y mantener sus efectos para toda la vida.

¿En qué consiste la otoplastia? En el caso de la otoplastia más común, las orejas de soplillo, la operación consiste en realizar una incisión por detrás de las orejas para exponer y remodelar el cartílago. Una vez remodelado el cartílago, se realiza la sutura de la zona. Al realizar la intervención desde la parte posterior de la oreja, se consigue evitar que queden marcas o cicatrices visibles.

El tiempo estimado de la intervención es de una a dos horas aproximadamente, y no requiere hospitalización, por lo que el paciente puede volver a casa al finalizar la intervención.

¿En qué casos está más indicada una otoplastia? Los desgarros y dilataciones que se producen en los lóbulos debido al peso de los pendientes, afectan principalmente a mujeres.

Las orejas de soplillo en personas adultas generalmente se presentan como un problema estético de armonía facial, aunque en algunos casos esto viene acompañado de problemas de autoestima. Por el contrario, cuando este problema se presenta en niños suele ser mucho más grave, pues los problemas de autoestima no vienen derivados de la imagen que tienen de sí mismos, sino de las burlas que reciben de sus compañeros.

Esto hace que la otoplastia sea una de las pocas cirugías que se recomienda realizar en menores de edad.

La otoplastia como método "anti-bullying". El bullying o acoso escolar ha ido creciendo alrededor de un 20 por ciento por año en los últimos cuatro años y en la mayor parte de los casos es un problema realmente difícil de atajar. Interfiere de forma negativa en el desarrollo de la personalidad de los menores y provoca depresiones y graves problemas psicológicos.

Un motivo de burlas en las escuelas y colegios, por desgracia bastante frecuente, son las orejas de soplillo. En este caso, la otoplastia ofrece la mejor solución, permitiendo eliminar el problema de raíz y evitando así que lo que empiezan siendo pequeñas bromas o burlas se convierta en un continuo acoso escolar.

Se recomienda realizar la intervención a partir de los 6 años, momento en el que el 80% del tamaño de la oreja ya se ha desarrollado por completo. Atajando el problema a estas edades tempranas, conseguimos evitar un desarrollo marcado por las burlas, el acoso y los problemas de autoestima.

¿Qué tipo de anestesia se utiliza para una otoplastia? La otoplastia se realiza generalmente con anestesia local. Sin embargo, nos encontramos con pacientes que sufren ansiedad, estrés o incluso miedo a las intervenciones quirúrgicas. Para estos casos, solemos recurrir a la sedación consciente, que, combinada con la anestesia local, elimina el dolor y mantiene al paciente en un estado de completa tranquilidad y relajación.

La sedación se realiza por anestesistas profesionales y con amplia experiencia, que mantienen una continua monitorización y un completo control del estado de los pacientes.