Comento estas formas de terapia porque me parecen curiosas. Debo decir que no las conozco en profundidad pero he encontrado publicaciones que describen los beneficios que aportan, su rigor científico me parece limitado, pero son interesantes.

La zooterapia plantea la utilización de animales como ayuda para curarse. Es posible que todos ellos incrementen la ternura y el cariño y que pueden disminuir el nivel de estrés de las personas, sobre todo en personas con problemas que limitan sus ganas de vivir. Tendrían bastante efecto en los niños porque su pensamiento es más afectivo. Lo que no cabe duda es que favorecen una interacción social que en ocasiones aumentan la actividad de la persona y producen fenómenos de distracción que es útil si se padece dolor. También modulan la conducta y se le atribuye una cierta mejora en la autoestima. La zooterapia se inició en Inglaterra en 1792 como el uso de animales para modificar las conductas; en 1867 se empleó en Alemania para tratar estados epilépticos.

Los animales utilizados han sido muchos: Los delfines fueron propuestos por alguno como capaces de captar nuestro cuerpo mente y sistema de valores, si el momento es adecuado emiten sonidos que influyen sobre nuestro sistema nervioso y nos equilibran, nos hacen sentir a gusto. Se han utilizado con niños autistas. En ellos y en los adultos aumentan el nivel de atención y parece que permitirían aumentar la sincronización de ambos hemisferios.

Se entienden a los caballos como animales nobles, que no se le humillan, para que nos tengan afecto hay que ganárselos. En el siglo XX se han utilizado bastante en convalecientes de la segunda guerra mundial y en niños autistas. Serian útiles en sociópatas y en la rehabilitación motora del organismo, por lo que se han empleado en enfermos con sindrome de Down y autismo. Se les atribuye cierta capacidad para normalizar el tono, reforzar la musculatura postural, aumentar las habilidades de coordinación e influencia emocional positiva.

Los perros de algunas razas son muy afectivos, y poseen capacidad de hacer de guía. Algunos autores han señalado que acariciarles disminuye la tensión, la frecuencia cardiaca o la frecuencia respiratoria que aumentan si el perro es desconocido. Ciertos estudios han demostrado que su entrega a diabéticos disminuye las visitas al médico, y es bien conocida su utilidad como guías para los ciegos. Las más usadas han sido el labrador, golden retriber o pastor alemán.

El gato duerme y a la vez vigila lo que sucede en su entorno. Puede servir de ayuda para personas que están, se sienten solos o tienen problemas psicológicos. Parece que disminuyen el estrés de sus dueños. Con ellos, los ancianos recuperan sus deseos de salud, incluso quieren ser dados de alta antes para cuidarlos. Disminuyen los problemas psíquicos si hay soledad.

Veamos que se dice de las actividades artísticas: La música es entre otras cosas un leguaje de expresión o de comunicación. La musicoterapia supone usar la música o los elementos musicales (sonidos, ritmos, intensidad, etc) para provocar la comunicación, la relajación, el aprendizaje, el movimiento, la expresión y conseguir satisfacer necesidades fisiológicas, emocionales, sociales, mentales y cognitivas. Parece que ejerce esos efectos sobre la fisiología emocional, espiritual y la voluntad de los humanos. Es en esencia utilizar la música para conseguir objetivos terapéuticos de salud mental y física. Desarrolla o repara funciones del individuo para aumentar su integración. Con ella el fin no sería sólo curativo-preventivo sino que tiene además del fin de distraer.

En España, en 1450, Bartolomé Ramos estudió la influencia de la música en le enfermedad y publicó un tratado sobre "Música práctica". El inglés Richard Brown, en el siglo XVII escribió la "Medicina Musical" y valoró la influencia de la música sobre las enfermedades respiratorias; señaló como cantar perjudica la neumonía, pero es útil en el asma crónica: cantar espaciaba los ataques.

En el año 1950 surge la musicoterapia de la mano de E. Thayer Gaston de la Universidad de Kansas. Después su extensión fue muy grande para tratar a los heridos de la segunda guerra mundial. En 1974 se desarrolló en Paris el I Congreso Mundial de Musicoterapia.

El musicoterapéuta usa instrumentos musicales, música grabada u otros sonidos, y con ellos registra y propone los cambios expresivos, afectivos o relacionales durante el tratamiento.

Hoy nadie duda de que los contenidos musicales influyen en el sujeto. Los ritmos lentos inducen paz y serenidad, activan la amabilidad y la necesidad de exteriorizar los sentimientos. Los tonos mayores, alegres, graciosos favorecen la extroversión, los menores llaman al sentimiento, a la melancolía. Los tiempos altos aportan calma, ternura, los rápidos alegría, excitación. Los tonos agudos provocan reacciones de alerta, aumentan los reflejos, los tonos graves una visión pesimista, influyen la intensidad, cualquier sonido que tranquiliza puede irritar si está a gran volumen.

La música se ha implicado en el desarrollo evolutivo de los niños. Favorece la atención, sociabilidad, concentración, imaginación, creatividad. Aporta beneficios psicofisiológicos, aumenta la coordinación motora, el equilibrio, el afecto, regula las emociones. Se ha empleado en la discapacidad o las condiciones asociadas a ella porque aumenta la comunicación y la expresión, favorece el desarrollo emocional, mejora la percepción y la motricidad. Facilita la expresión a los problemas, el equilibrio psicofísico y emocional, mejora el rendimiento corporal y aumenta el acercamiento.

En algunas personas bajo tratamiento psiquiátrico sirve de apoyo para mejorar más rápidamente, especialmente en la neurosis. En la psicosis disminuye el estrés y mejora la autoestima. Puede ser útil en personas con dificultades de aprendizaje, problemas de conducta, autismo, déficits mentales, dificultades de socialización, baja autoestima, o enfermos con patologías crónicas que le llevan a la depresión. Se ha empleado en personas con problemas de fármaco-dependencia o abuso de sustancias e igualmente en individuos con daño cerebral, traumatismos, enfermedades degenerativas, dolor agudo o crónico, Alzheimer e incluso de apoyo al parto.

Hay otros mecanismos peculiares de sanación: la arteterapia usa procedimientos como el collage, la pintura o la escultura para trasmitir emociones y dejar ver los conflictos interiores. Los movimientos y la danza ayudan a la mejora de la flexibilidad especialmente la danza moderna. Otros han empleado el arte dramático, y en los últimos tiempos también la risoterapia.