Desde el pasado uno de enero ha entrado en vigor una nueva normativa europea, la conocida como tasa Amazon, en la que se desplaza la carga del IVA de los bienes digitales, como libros electrónicos o aplicaciones de móvil, al país de residencia del comprador. Una normativa enfocada a compensar a los estados comunitarios en las transacciones comerciales con empresas extranjeras tales como Amazon o Google que emplean países como Luxemburgo, donde las tasas son mucho más bajas, para tributar sus impuestos.

Este cambio afectara especialmente a los consumidores. Y mucho a los consumidores españoles ya que los impuestos sobre productos culturales en España están muy por encima de la media europea. Por ejemplo, los ebooks pasarán de tributar el 3% de Luxemburgo -donde, por ejemplo, tiene su sede fiscal Amazon- al 21% español. La tasa de las aplicaciones móviles, por su parte, subirán del 15 al 21%.

También será aplicable a los juegos en formato digital y DLCs que compremos en Steam, Xbox Live, PlayStation Network o la eShop de Nintendo, e incluso a servicios como las suscripciones a PlayStation Plus y Xbox Live Gold o a diferentes MMORPGs. Una aplicación para iPhone que antes costaba 0,89 euros podría pasar a costar hasta 0,93 euros en un futuro cercano, según los cálculos de la Asociación de Internautas.

Se supone que con esta medida los estados miembros ingresarán cerca de los 3.000 millones de euros anuales en concepto de IVA. Para ello, a partir de ahora las tiendas tendrán que verificar el país de residencia de cada comprador así como la dirección IP o la tarjeta SIM del cliente en compras online. Como contrapartida, las empresas tendrán que hacer un modelo de factura distinto en cada país en el que trabajen. Además, la Comisión Europea ha decidido exigir que las empresas almacenen las transacciones de IVA de los últimos diez años.