El teléfono móvil, uno de los símbolos más representativos de nuestra época, es más contaminante de lo que parece. Un gesto tan simple y cotidiano como enviar un WhatsApp a un amigo o compartir una imagen en redes sociales genera un fuerte impacto en el medio ambiente.

Este impacto ecológico es difícil de medir, ya que todo depende del tipo de uso que le dé su propietario o el teléfono en sí. Sin embargo, los investigadores James Suckling y Jaquetta Lee de la Universidad de Surrey crearon una lista que puede servir para hacernos una idea de cuáles son los smartphones más contaminantes del mercado.

En su estudio titulado ´Redefiniendo el alcance: ¿el verdadero impacto medioambiental de los smartphones?´ (2015), los investigadores analizaron algunos de los teléfonos más populares del mercado y los kilogramos de CO2 que se utilizan de media al fabricar y utilizar cada uno de ellos.

La contaminación de un smartphone comienza con la extracción de minerales, madera y cualquier otro producto necesario para su fabricación. Entre los materiales más utilizados para su cracción están el estaño, minerales como oro y plata, petróleo y ácidos para las baterías.

En este caso, vemos como el teléfono más contaminante de todos los analizados es, con diferencia, el iPhone 6 de Apple.

El siguiente paso es medir el impacto medioambiental que se produce durante su transporte hasta que cae en manos del usuario. Aquí, Apple vuelve a convertirse en el fabricante más contaminante.

El uso que le damos al teléfono móvil también influye en el medio ambiente. El estudio está basado en el perfil de un usuario típico, es decir, una persona que utiliza Internet en el móvil de manera intensa al consumir vídeos o navegar por la Red. Este consumo tiene un coste de emisiones que repercute en el medio ambiente y, aunque se trate de un mismo usuario para todos los móviles, el HTC One es el más contaminante.

Las conclusiones del estudio sugieren que el uso que la sociedad le da el teléfono ha cambiado con el paso de los años y que, hoy en día, el usuario típico utiliza el Smartphone para básicamente navegar por Internet.

Los fabricantes necesitan ponerse como objetivo mejorar el impacto ecológico que crea este uso y conseguir que los smartphones contaminen menos cada día.