Preservar nuestra privacidad en un mundo cada vez más conectado a internet es una de las grandes preocupaciones de hoy. Ya no se trata del problema de unos 'usuarios', sean de internet, de programas informáticos, de redes sociales? Ahora, una parte enorme de nuestro día a día se enmarca en la conexión permanente, especialmente a través de los teléfonos móviles, pero también de multitud de los dispositivos que tenemos en casa.

Muchos programas y aparatos pasan a estar bajo sospecha. Y algunos de ellos nos generan más dudas que otros. Un objeto típico de nuestros temores es la webcam del ordenador. Ya sea interna o externa, el miedo a ser observados a través de ellas no es nuevo.

El exempleado de la NSA (Agencia de Seguridad Nacional) Edward Snowden ya denunció en sus documentos filtrados que la agencia norteamericana cuenta con herramientas especializadas en capturar imágenes de las webcams de los ordenadores. Algo parecido revelaban las últimas informaciones de WikiLeaks.

Pero lo cierto es que existen programas más populares capaces de colonizar ordenadores ajenos y manipularlos de forma remota, incluyendo sus utilidades o dispositivos, como las webcam. La posibilidad de que nos espíen o graben es, por lo tanto, real.

Si nos preocupa es si el dispositivo está o no hackeado, podemos realizar algunas comprobaciones:

Comprueba si se enciende el LED cuando no usas la webcam

Si aparece encendido el LED de la cámara cuando no estamos usándola, la alerta de que puede estar siendo hackeada es clara. Sólo un fallo del hardware o el software podría explicar que no sea así. En cualquier caso, hay que tener en cuenta que los programas maliciosos consiguen activar las webcam por control remoto sin encender el LED.

Usa un antivirus actualizado

Tener un antivirus instalado y puntualmente actualizado es básico. Po en marcha una exploración en busca de posible software sospechoso. Estos programas están especializados en detectar cualquier malware como los troyanos que pueden controlar nuestros equipos.

Revisa si hay un exceso de actividad en tu conexión

Si alguien nos está espiando a través de nuestra webcam, la transferencia de datos generará un tráfico saliente elevado, que podemos detectar monitorizando la actividad de la conexión a internet. Existen programas que permiten comprobar el consumo de datos. NetWorx o Nagios son dos de ellos.

Para evitar cualquier riesgo, es bueno tomar algunas precauciones:

Desactivar o tapa la cámara

La primera opción y la más sencilla es desconectar el cable USB o la conexión wifi en el caso de webcams externas cuando no la usemos, o tapar el objetivo si está integrada. Un adhesivo opaco bastaría para desbaratar cualquier intento de intrusión. También podemos 'apagarla' desde la configuración del equipo impidiendo que las aplicaciones la usen.

Asegúrate de que tus contraseñas son seguras

Si la webcam tiene sus propias contraseñas, cámbialas siguiendo las pautas para crear unas claves seguras. Haz lo mismo con la del ordenador si la cámara está integrada.