Los ladrones de hoy en día no necesitan entrar en tu casa; pueden despojarte de tu información sin moverse de la suya, con solo atender a los errores que día a día cometemos y que nos convierten en blancos fáciles para el robo de datos.

Los ataques les pasan a otros

Uno de los errores que solemos cometes es pensar que los ciberataques son cosas que les pasan a otros. Como señalan desde All4Sec, ocurre todo lo contrario: seguramente ya te ha pasado y no te has dado cuenta.

Para que una entidad se dé cuenta de una brecha de seguridad pueden pasar muchos meses; en cambio, perpetrar un ciberdelito de este tipo, en el 60 por ciento de los casos, es solo cuestión de horas. La protección de datos es preventiva y no una solución que adoptar una vez sucedido el ataque.

Dar datos sin pensar

También se comete el error de dar datos sin pensar. En el caso Facebook se ha visto con claridad las consecuencias de dar a una página o aplicación acceso a nuestra información y además con todo lujo de detalles.

Los usuarios expusieron toda la información que tenían en la red (fecha de nacimiento, residencia, relaciones, orientación sexual, creencias religiosas, ubicación) sin conocer para qué iba realmente a ser utilizada.

Cuanta más información ponemos 'online', desde la compañía de seguridad advierte que menos control tenemos sobre ella, ya que, al fin y al cabo, no sabemos dónde están esos datos y qué hace con ellos el que los tiene.

No leer los términos y condiciones

Un tercer error a evitar es el de no leer los términos y condiciones. Es cierto que a nadie le apetece leer un documento legal cuando lo que quiere es simplemente empezar usar una página o aplicación, pero el escándalo de Facebook demuestra una vez más por qué no podemos saltarnos ese paso.

En sus términos y condiciones, Facebook menciona que comparte tus datos con terceros, algo que millones de usuarios ignoraron hasta que se reveló su verdadero alcance. La red social y sus aplicaciones vinculadas venden a terceros toda tu información y la de tus amigos, y los amigos de estos.

Fiarse solo por tener un antivirus

Tampoco hay que confiarse por tener un antivirus. Desde All4Sec explican que el antivirus no sirve de (casi) nada, y si corres algún riesgo pensando que tu antivirus impedirá cualquier ataque, estás equivocado.

Los antivirus, como detallan desde la compañía, solo pueden frenar los virus que conocen. Crear un virus nuevo que pueda filtrarse sin ser detectado por tu protección es cuestión de pocos minutos y, ante este, tu antivirus no puede hacer nada.

Conectarse desde cualquier parte

Por último, evita conectarte desde cualquier parte. Las redes wifi de hoteles, aeropuertos o cafeterías pueden poner en peligro tu información más sensible. Este tipo de redes no cuenta con ninguna seguridad, y son extremadamente fáciles de atacar por 'hackers' que roban los datos de los usuarios para traficar, posteriormente, con ellos.