Ordenadores, frigoríficos, televisores, cocinas, móviles€ Cientos de miles de aparatos y electrodomésticos son retirados cada día de los hogares. Forman parte de la denominada 'basura electrónica', que crece de manera exponencial, casi de forma paralela a la obsolescencia programada que integran desde hace años muchos de estos dispositivos. Pero, ¿adónde van a parar todos estos residuos?

El informe Global E-Waste Monitor 2017 del programa Ciclos Sostenibles de la Universidad de las Naciones Unidas, cada español genera una media de 20 kilos de basura electrónica al año, un 17% más que hace cuatro años. Los registros de Naciones Unidas cifran en casi un millón de toneladas los residuos generados en toda España en un año.

Ghana se ha convertido en el principal destino de buena parte de la basura electrónica generada en Europa. Bien a través de la importación de esta clase de materiales peligrosos - no prohibida en este país - o mediante las rutas que emplean las mafias, los desechos llegan a Agbogbloshie, en Accra, la capital de esta nación africana. En el pasado, China e India eran los grandes receptores.

En este lugar se acumulan toneladas y toneladas de aparatos electrónicos que, en teoría, deben ser reciclados y reutilizados para su posterior uso en países en vías de desarrollo como Ghana. Así, se logran reparar incluso ordenadores que son empleados por jóvenes estudiantes.

No obstante, también gran parte de los dispositivos que parten de los principales puertos europeos están rotos y son totalmente inservibles, lo que viola la Convención de Basilea, que no permite el transporte y comercio de residuos peligrosos entre naciones por sus riesgos sobre la salud.

Ahí radica el gran peligro de esta práctica, puesto que son miles de personas, entre ellas niños, las que transitan cada día entre montañas y montañas de residuos de cobre, acero, aluminio€ Materiales que, una vez extraídos, salen de nuevo hacía los países industrializados para ser usados de nuevo en el ciclo de la producción económica.

En la actualidad, España es el quinto país europeo que más basura electrónica produce por detrás de Alemania, Reino Unido, Francia e Italia. A nivel global, el año pasado se generaron cerca de 45 millones de toneladas de basura electrónica en todo el mundo y las previsiones apuntan a que esta cifra siga creciendo en los próximos años, según este informe.

Cada vez es mayor el uso de tabletas, smartphones y portátiles, que por lo general suelen reemplazar los que ya tenemos cuando todavía se podrían seguir utilizando. Por ello, muchos organismos internacionales y ONGs apuestan por el uso responsable de estos dispositivos, ya que está en juego el futuro y la sostenibilidad del planeta.