A Susana Gutiérrez le diagnosticaron un carcinoma de mama en el mes de diciembre. Cuando escuchó la palabra cáncer sintió que el mundo se le caía encima. “Fui al centro de salud porque noté un bulto duro en la zona de la axila, me hicieron una primera intervención que parecía muy sencilla pero después vieron que el tumor era más grande de lo previsto y que había varios ganglios infectados. Tenía que quitarme un pecho y empezar un tratamiento de quimio”, explica emocionada esta peluquera ovetense de 49 años. Su primera reacción fue empezar a caminar sin rumbo para alejarse del HUCA. “Creí que era una consulta rutinaria y le dije a mi marido que no me acompañase. La mirada de la oncóloga cuando me vio sola en la sala de espera me hizo presentir que no había buenas noticias. Es un momento muy duro”, reconoce. En su camino se cruzó el escaparate de Lencerías Berta. “Entré a comprar una bata para llevar al hospital y pregunté si había sujetadores para mujeres con problemas de mama. No quise explicar lo que tenía pero cuando Marta se acercó me rompí y empecé a llorar. Ella me habló del desfile de modelos y de las reuniones que hacen cada semana. Fue como encontrar un tesoro”.
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