No son los imponentes ángeles de Victoria’s Secret ni lo pretenden. Pero sí se han convertido en un amuleto de la guarda la unas para las otras. Son Blanca, Ana, Alicia, Maite, Elsa, Marta, dos Susanas y Azucena, empoderadas sobre una pasarela para mostrar al mundo que lo diferente no tiene porque ser algo notorio, y si lo es, que sea por una buena causa. No son ángeles, aunque ayer durante un desfile en la sala de cámara del Auditorio Príncipe Felipe se convirtieron en mariposas que emprendieron libre vuelo contra el carcinoma de mama y sus estigmas: «Seguimos siendo nosotras, aunque estemos sin pecho, sin pelo y con cicatrices».
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