"¡Julio, Julio, esto no me lo hagas, esto no me lo hagas!". Con estas voces se despertó en la madrugada del martes un vecino del número 11 de la calle Ramón y Cajal, en el barrio del Carbayedo. Lo que no podía imaginar este avilesino es que un piso más arriba residía la octava mujer asesinada por la violencia machista en España en menos de un mes. Ascensión Amores, conocida como Susi, murió a los 46 años por los golpes que presuntamenta le propinó en la cabeza su marido, el pastelero avilesino Julio Pardo, de 45 años, con una llave inglesa. Posteriormente, la asfixió con una almohada, según el informe preliminar del médico forense. Llevaba más de 20 horas muerta cuando la Policía Nacional localizó su cadáver en el dormitorio conyugal. El presunto autor del crimen estaba en el domicilio, aturdido bajo la influencia de pastillas y al lado de una botella de whisky. El hombre, actual propietario de la pastelería La Duquesita pastelería La Duquesitay muy conocido en la ciudad, fue trasladado en un primer momento al hospital San Agustín y hoy mismo al Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). No está previsto que pase a disposición del titular del Juzgado número 5 de Avilés hasta mañana. No constan denuncias judiciales previas por maltrato. Avilés se despierta hoy, día de luto oficial, conmocionada por la cara más brutal y sangrienta de la violencia machista.

La alarma saltó en la calle Ramón y Cajal en torno a las dos de la tarde por la presencia de bomberos y agentes de la Policía Nacional. Familiares de Asunción Amores acudieron ayer por la mañana a la Comisaría -está situada a unos 200 metros del escenario del crimen- tras no poder localizar al matrimonio, que no tenía hijos. Llevaban días sin saber de ellos y la preocupación se agravó cuando la pastelería La Duquesita, el negocio de la calle Fernández Balsera que heredó Julio Pardo de su padre y que regentaba junto a su mujer desde hace unos años, no abrió ayer sus puertas al público tras el habitual descanso semanal del martes.

Cuando los agentes de la Policía Nacional lograron acceder a la vivienda, el 6º. A del número 11 de Ramón y Cajal, se encontraron a la mujer muerta en el suelo de la habitación, junto a un charco de sangre, según las mismas fuentes. En el domicilio, hallaron también a su marido, visiblemente aturdido y supuestamente bajo los efectos de las pastillas y alcohol. Los agentes descubrieron después, debajo de la cama, una llave inglesa ensangrentada, la supuesta arma homicida, según las primeras investigaciones.

Los sanitarios atendieron al presunto homicida en la misma vivienda y, a continuación, lo trasladaron al hospital San Agustín en una uvi móvil y bajo vigilancia policial. Salió de la vivienda en una camilla en torno a las tres y media de la tarde y ante la mirada extrañada de un grupo de personas que disfrutaba de un vermú en la terraza de la cafetería aneja al bloque de pisos.

Poco después, abandonaron el lugar la juez que se encontraba de guardia, la titular del juzgado de instrucción número 1, y la forense. Los primeros exámenes realizados al cadáver apuntan a que Susi llevaba más de veinte horas muerta. Será la autopsia, que está previsto se realice hoy en el Instituto de Medicina Legal de Oviedo, la que determine la causa y el momento de la muerte, si bien las primeras investigaciones apuntan a que se debe a los golpes que recibió en la cabeza con la llave inglesa localizada bajo la cama del cuarto del matrimonio.El detenido, trasladado al HUCA

El presunto homicida ha sido trasladado al Hospital Universitario Central de Asturias, donde hay un módulo específico que facilita la custodia de los detenidos, desde el Hospital San Agustín de Avilés, donde estaba ingresado. En esta decisión ha influido la falta de vigilantes de seguridad del hospital avilesino.

Así lo han informado fuentes del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, que prevén por tanto que no esté en condiciones de comparecer ante el magistrado titular del Juzgado de Primera Instancia e Instrucción nº 5 de Avilés este jueves.

"Asesino, ¿te das cuenta de lo que hiciste?", gritan a Pardo familiares de la víctima

Ascensión Amores podría llevar muerta desde la madrugada del martes, según el testimonio de un vecino que está citado a primera hora de esta mañana en la Comisaría de la Policía Nacional para prestar declaración. Este posible testigo escuchó gritar a la mujer: "¡Julio, Julio, esto me lo hagas!". "Me desperté sobre las cuatro de la madrugada del lunes al martes por los gritos de la vecina de arriba. Al principio, pensaba que las voces provenían de mi propia casa", explicó en conversación telefónica a este periódico. "Al escucharla chillar, lo primero que pensé es que el hombre se había suicidado. Después, oí gritos como de desesperación, ruidos como de caerse cosas. Fueron como unos quince minutos y no supe nada más", prosigue.

Este testigo, vecino de la quinta planta, se puso ayer en contacto con la Policía Nacional tras conocer por los medios de comunicación que se había producido un crimen por violencia machista en la calle Ramón y Cajal de Avilés. "No puedo de dejar de vueltas a todo", lamentó, visiblemente entristecido por no haber alertado a las fuerzas de seguridad en la desgraciada madrugada del martes.

La noticia del crimen corrió como un reguero de pólvora por el barrio del Carbayedo en cuestión de minutos. Algunos testigos escucharon a familiares de Amores gritar "asesino, ¿te das cuenta de lo que hiciste?", cuando Pardo abandonó el edificio en camilla.

Inmediatamente después, comenzaron las conversaciones vecinales sobre "los de 'La Duquesita'". "A él lo conozco desde crío, nunca armaron un escándalo, soy la primera sorprendida. Los veía por aquí casi todos los días", apuntó una vecina del Carbayedo.

Avilés se vuelve a estremecer con la violencia machista cuatro años después del crimen de la joven Amaranta Cueva, a la que su novio le segó la vida a los 29 años.