Fue el10 de marzo de 1972 cuando un decreto gubernamental convirtió a la villa de Mieres en la tercera ciudad universitaria de Asturias. La vieja Escuela de Capataces de Mieres se integraba en la Universidad de Oviedo como Escuela de Ingenieros Técnicos Mineros. Un hito logrado hace ya cincuenta años que sentaría las bases de futuro campus de Mieres. Pero hubo que esperar tres décadas, concretamente hasta el 10 de junio de 2002, para que este campus fuese una realidad. Ese día se celebró de la inauguración del edificio científico-tecnológico –actual Escuela Politécnica de Mieres–, uno de los pilares del proyecto estrella de los fondos mineros que habían pactado los sindicatos mineros y el Gobierno central. Una puesta en servicio que contó con la destacada presencia del actual Rey de España, Felipe VI, entonces Príncipe de Asturias.
La Escuela de Capataces de Mieres comenzó su andadura en el año 1855 siendo la segunda Escuela de Minas que se creaba en España –la primera fue la de Almadén– con el ingeniero de origen alemán Guillermo Schultz como director. Sin embargo, a los cinco años fue trasladada hasta Langreo y más tarde a Oviedo, regresando definitivamente a Mieres en 1874. Su ubicación más conocida, la actual Casa de Cultura de Mieres, no se inauguró hasta 1884. Y fue en esta ubicación cuando la escuela fue integrada en la Universidad de Oviedo hace cincuenta años. Ya entonces había perdido el nombre de Escuela de Capataces para llamarse Escuela de Ingeniería Técnica Minera. Al menos de forma oficial, ya que el nombre original seguía en boca de todo el mundo cuando se referían a este centro.
La entidad académica asturiana puso en marcha en Mieres “una experiencia piloto” para la incorporación de las escuelas técnicas asturianas. Y así la villa se convirtió en ciudad universitaria, un título que compartía con Gijón y la capital asturiana.
Pero Mieres no se contentó con ser una ciudad universitaria, también quería tener su propio campus universitario. Y este hecho, que se logró hace veinte años, fue una realidad gracias al empeño del fallecido exrector de la Universidad de Oviedo, Julio Rodríguez, que se volcó con esta iniciativa; así como de los propios sindicatos mineros SOMA y CC OO. Y es que el campus de Mieres fue una de las iniciativas estrella del plan económico de compensación a la reconversión del sector minero en Asturias, los fondos mineros. Así, en las inmediaciones del pozo Barredo se levantó un impresionante edificio de 60.000 metros cuadrados donde se invirtieron 54 millones de euros. El edificio científico-tecnológico, sede del campus de Mieres, y el primero de otros inmuebles ligados a la Universidad que se construirían en los años posteriores.
Este gran edificio se convirtió en un símbolo de futuro para las comarcas mineras, aunque con un horizonte no demasiado realista, ya que se hablaba de que el centro podría acoger hasta 6.000 alumnos cuando en la actualidad cuenta con medio millar. Pero tal era su interés, que la inauguración de la nueva sede del campus de Mieres contó con la presencia del Rey de España, Felipe VI, que entonces era Príncipe de Asturias. Junto a él, también estuvieron presentes en este acto el entonces ministro de Economía, Rodrigo Rato; y los ya fallecidos Vicente Álvarez Areces y Misael Fernández Porrón, que estaban al frente del Principado de Asturias y del Ayuntamiento de Mieres, respectivamente. También acudieron los sindicatos y Juan Vázquez, que en esa época estaba al frente de la Universidad de Oviedo tras haberle cedido el testigo Julio Rodríguez dos años antes. El nuevo edificio acogió dos escuelas, la Escuela Universitaria de Ingenierías Técnicas de Mieres, que incluía la Ingeniería Técnica de Minas, la Ingeniería Técnica Topográfica y la Ingeniería Técnica Forestal; y la Escuela Politécnica Superior Guillermo Shultz, que ofertaba el título de Ingeniero Geológico. Este último título creado en Mieres, se vendía como una de las bazas más importantes del campus de Mieres, ya que sólo se impartía en cuatro centros universitarios en España. Sin embargo, se suprimió en 2009 y la primera escuela pasó a denominarse como Escuela Politécnica de Mieres.