Todavía recuerdo como si fuese hoy la primera cinta en cassette que me pasaron del “No control” al de “Bad Religion” o cuando me regalaron el “Never Mind” de “Nirvana” en CD, han pasado muchos años, pero la ilusión por la música sigue intacta a día de hoy.

Nunca me gustaron las etiquetas y siempre he tenido respeto por escenas musicales menos afines a mis gustos, porque no hay mejor ni peor, hay música para todos

Juan Luis Suárez - Músico y productor

Sí que es verdad que han cambiado muchas cosas en la industria musical y ni qué decir en nuestras costumbres de vida y el mundo en general, pero la música sigue siendo para muchas personas por no decir para la inmensa mayoría, la misma válvula de escape que era para mí a los 15 o 16 años, cuando me sumergía mientras iba a clase con los cascos, escuchando el mismo disco una y otra vez, y me evadía de los problemas que en aquella época pudiese tener.

Muchas veces me preguntan si noto mucha diferencia entre la música de mi adolescencia y la de ahora, de cuando yo empezaba a tocar... y lógicamente hay muchos cambios, pero al final seguimos consumiendo música porque nos llena de vida, nos sirve de maravillosa medicina para muchos males... Unas veces, como sedante, y otras, como un chute de cafeína. Ahora difícilmente escuchamos un disco entero, se devoran las canciones como gominolas en el kiosco, todas diferentes, diferentes sabores, pero en el fondo música que nos da la vida y nos ayuda a seguir adelante.

Nunca me gustaron las etiquetas, y siempre he tenido respecto por escenas musicales menos afines a mis gustos, porque hay música para todos los gustos, ni mejor ni peor, simplemente diferente, y creo que hay gente increíblemente buena y talentosa tanto en el reggaeton como en el trap o el indie pop... igual que lo había hace 30 años en el punk rock o en el pop. Ahora quizá las nuevas generaciones son más tolerantes, antes el que escuchaba punk rock difícilmente escuchaba pop, pero ahora con 16 años escuchan desde reggaeton hasta “Green Day”, pasando por Drake. Algunos dirán que hay menos autenticidad, puede ser yo a veces también lo pienso, pero no sé, casi prefiero pensar que son más abiertos y que escuchan todo tipo de música, porque no les importan las etiquetas. También es verdad que había algo mágico que ahora no consigo encontrar tan fácilmente, cuando te apoderabas de un disco que se convertía en tu banda sonora durante meses, y allí te reconfortabas y te aislabas del mundo... eso sí lo echo de menos.

Los nuevos artistas han crecido en un entorno diferente al nuestro, para mi Kurt Cobain o Eddie Wedder, para ellos (y para mí también), Post Malone o Billie Eilish, para mí “Bad Religion” y “Lagwagon” y para ellos Machine Gun Kelly o Bad Bunny... no es lo mismo pero tampoco muy diferente porque todos confluyen en un mismo punto: música (para seguir viviendo).