La crónica negra avilesina más reciente se escribe en muy pocos capítulos. Las estadísticas del Ministerio de Interior sitúan a Avilés como uno de los cinco municipios más seguros de España. Eso no ha evitado que en los últimos años se hayan registrado un puñado de sucesos traumáticos que conmocionaron a la comarca: crímenes, accidentes y fatalidades que LA NUEVA ESPAÑA de Avilés ha contado con rigor y detalle a sus lectores.

Sin lugar a dudas, uno de los casos más traumáticos que ha vivido la comarca en décadas tuvo lugar el 27 de noviembre de 2014. Ese fue el día en que José Ignacio Bilbao Aizpurúa decidió acabar con la vida de sus hijas, Amets y Sara, de 9 y 7 años, en su domicilio de Soto del Barco, y después suicidarse arrojándose desde los 120 metros de altura del viaducto de la Concha Artedo. Lo hizo para hacer daño a su exmujer, Bárbara García.

Se trata de un suceso que dejó cicatriz en los vecinos de la comarca. Esa herida aún supura en ciertos momentos. La última vez, el pasado junio, cuando –tal como consideran los investigadores– Tomás Gimeno mató a sus hijas, Anna y Olivia, y las arrojó al mar en Tenerife antes de suicidarse. Como Bilbao, Gimeno lo hizo para castigar a su exmujer.

Uno de los casos más traumáticos que ha vivido la comarca en décadas tuvo lugar el 27 de noviembre de 2014. Ese fue el día en que José Ignacio Bilbao Aizpurúa decidió acabar con la vida de sus hijas, Amets y Sara, de 9 y 7 años

La fatalidad también golpeó a Soto del Barco en el verano de 2017. Más concretamente el 25 de julio, día en el que el pequeño Izan Álvarez, un niño que por entonces tenía 5 años y pánico al agua, fue hallado ahogado en la piscina de la granja escuela de La Bouza, ubicada en Riberas. El caso fue juzgado el pasado marzo. Salieron condenados la directora (18 meses de prisión por un delito de homicidio por imprudencia grave) y la monitora titular (1 año y 4 meses por un delito de homicidio por imprudencia). Las dos monitores en prácticas y el dueño de la empresa han resultado absueltos. Tras conocer el fallo, la familia del crío anunció que recurrirían, al considerar la pena “muy liviana”. Por el momento se desconoce el resultado de la apelación.

Otro caso de violencia machista que consternó a la comarca fue el asesinato de Susi Amores a manos de su marido, Julio Pardo. Recordado como “el crimen de La Duquesita”, por el nombre de la confitería que víctima y asesino regentaban en la céntrica calle Fernández Balsera de Avilés, tuvo lugar en la madrugada del 26 de enero de 2016. Fue entonces cuando Pardo atacó por sorpresa a su mujer mientras dormía. Le golpeó en reiteradas ocasiones con una llave inglesa del calibre 10. Más de treinta fueron. En la cabeza y en la cara. También trató de asfixiarla con la almohada.

El "crimen de la Duquesita", uno de los episodios de violencia machista más brutales, se cerró en 2018 con la condena de 24 años de prisión a Julio Pardo

En el juicio quedó probado que Pardo no solo quería quitarle la vida. También quería hacerle sufrir. El móvil fue su miedo al divorcio. Tras el asesinato, Pardo trató de quitarse la vida mezclando alcohol y medicamentos, pero no lo consiguió. En marzo de 2018 fue condenado a 24 años de prisión que cumple en el centro penitenciario de Asturias.

También dejó huella en la comarca, especialmente entre la comunidad dominicana y los vecinos de Versalles, el asesinato de Daniel Capellán. Un caso que, curiosamente, no está del todo cerrado, pues el presunto homicida está en paradero desconocido desde hace casi cuatro años. Todo sucedió en un bar de la avenida de Gijón. Era la mañana del 25 de noviembre de 2017 y Capellán estaba junto a su hermana y su cuñado, que habían viajado desde Bélgica, donde residían, para realizar una visita junto a un grupo de amigos. Acababan una noche de fiesta y bachata. Según testigos, en un momento dado Capellán y el novio de su hermana, Edward Norberto González, comenzaron a discutir. Presuntamente porque el cuñado había pegado a la hermana. La disputa fue subiendo de tono hasta que tornó en tragedia. González cogió un cuchillo de la cocina y asestó dos puñaladas a Capellán. La primera en la espalda y la segunda en el corazón.

Mientras Capellán yacía en el suelo, González, que supuestamente nunca había estado en Asturias, huyó corriendo en dirección a Trasona. Desde entonces, poco se sabe de él. Los investigadores creen que logró llegar a Oviedo y, desde allí, viajó por carretera a Bélgica, país desde el que había volado a República Dominicana, último lugar en el que se le siguió la pista. Sigue en busca y captura, pero por el momento no constan novedades en el caso, aunque la familia de Capellán denuncia con frecuencia a base de fotos en las redes sociales que el asesino sigue libre en República Dominicana.

A Julio Fernández le molieron a palos en un garaje de El Cruce, tras una discusión en un bar cercano. El “golpe de gracia” se lo propinó L. P. B., menor de edad, que desde abril de 2020 cumple tres años y medio de internamiento

A solo unos metros de allí tuvo lugar otro de los crímenes más recientes. El de Julio Fernández, al que molieron a palos en un garaje de El Cruce, tras una discusión en un bar cercano. El “golpe de gracia” se lo propinó L. P. B., menor de edad, que desde abril de 2020 cumple tres años y medio de internamiento.

Todo sucedió el 15 de julio de 2019, cerca de la medianoche. Fue entonces cuando, según testigos, “un grupo de entre seis y siete personas acorralaron a Fernández en un garaje del Cruce y le propinaron una paliza”. Lo dejaron en el suelo, inconsciente, y huyeron del lugar. La víctima fue trasladada al HUCA, donde acabó falleciendo el 30 de agosto de ese mismo año.

Días después el asesino se presentó en Comisaría acompañado de su abogado. Pese a que en un primer momento afirmó que no había tenido relación directa con el suceso, en abril de 2020 reconoció haber golpeado a Fernández y aceptó la condena de tres años y medio de internamiento. La víctima era un hombre muy apreciado en la zona.

Mucho más sangriento fue el asesinato de Paloma Barreto, la transexual de origen brasileño que fue hallada muerta en un piso de citas de la calle La Cámara el 20 de septiembre de 2018. El asesino fue Alysson de Luis, un joven brasileño con el que la víctima mantenía una relación sentimental, y que tras una discusión decidió matarla. Lo hizo asestándole 18 puñaladas y dejándola tendida en el suelo, boca abajo, en un charco de sangre.

Las páginas de LA NUEVA ESPAÑA de Avilés también han recogido a lo largo de estos años accidentes fatales. Entre todos ellos, destaca el del autocar que cubría la línea Gijón-Cudillero y que se estrelló contra un pilar en la “Y”

Tras el crimen, De Luis se deshizo del arma homicida –nunca llegó a aparecer– y se fue a León. Hasta allí le siguió la pista la Policía y tres días después De Luis acabó entregándose en Comisaría. Pese a que en todo momento negó los hechos, todas la pruebas apuntaban hacia él.

Finalmente, el pasado enero aceptó una condena de 15 años de prisión que ahora cumple en la cárcel de Asturias.

Las páginas de LA NUEVA ESPAÑA de Avilés también han recogido a lo largo de estos años accidentes fatales. Entre todos ellos, destaca el del autocar que cubría la línea Gijón-Cudillero y que se estrelló contra un pilar en la “Y”. En el suceso, que tuvo lugar el 3 de septiembre de 2018, fallecieron cinco personas (Arcadio Suárez García, Senén Álvarez González, María Begoña Miranda Herrero, Ana del Pilar Tuya Santamaría y José Emilio Menéndez Díaz). Otros 14 pasajeros resultaron heridos. El chófer también sufrió heridas de extrema gravedad. Perdió una pierna.

El asunto está pendiente de juicio. La jueza instructora, la titular del Juzgado número 3 de Avilés, concluye que su conductor pudo haber cometido cinco delitos de homicidio y 14 de lesiones por imprudencia grave aquel trágico 3 de septiembre de 2018, pues concluye que el conductor pudo haber perdido la consciencia con agarrotamiento muscular tras haber sufrido un ataque epiléptico, enfermedad que no le permitiría conducir de manera profesional y que, según la acusación particular, ocultó a la empresa para mantener su puesto de trabajo.