Boal y la miel, un binomio que siempre triunfa

Cajastur ha colaborado en la realización de la Feria que se creó para difundir y prestigiar uno de los grandes tesoros del concejo

Feria de la Miel en Boal, en una imagen de archivo.|

Feria de la Miel en Boal, en una imagen de archivo.| / M. I. S.,

M. I. S.

Cajastur lleva décadas apoyando distintas iniciativas en los concejos de Asturias, en los ámbitos cultural, social y deportivo, entre otros. En Boal la entidad bancaria ha estado presente de manera especialmente intensa en el desarrollo de diversas iniciativas como la celebración del I Centenario de la Sociedad de Naturales de Boal en La Habana; la Feria de la Miel y la renovación del equipamiento del campo de fútbol.

Si hay algo con lo que inmediatamente se relaciona el nombre de Boal es con la miel. Hablar de apicultura y de miel en Asturias es hablar, necesariamente, de Boal. Y es que nuestro concejo se ha sabido ganar a pulso con su buen saber hacer un puesto destacado dentro de los municipios melíferos de España.

Expertos apicultores y un lugar privilegiado en cuanto a flora y paisaje se refiere, confieren a la miel de Boal unas características singulares, fácilmente identificables y que la convierten en un referente gastronómico muy apreciado. Con el objetivo de reforzar la posición en el mercado del producto, la asociación de apicultores y el Ayuntamiento de Boal crearon la Feria de la Miel. Desde entonces hasta hoy, y sólo con la interrupción en 2020 por la pandemia del covid, la Feria ha ido creciendo, ha variado su localización, pero continúa manteniendo su esencia, que no es otra más que la de mostrar al numeroso público que a ella se acerca la excelente calidad de la miel. La unión de todo el pueblo en torno a ella es, sin duda, su clave de éxito. El premio "El Cortín" se creó con el objeto de reconocer el trabajo de aquellas personas e instituciones que se hayan distinguido por su apoyo y promoción de la apicultura, tanto a nivel asturiano como nacional.

Por otro lado, en 2011 se cumplieron 100 años desde que un grupo de boaleses emigrados a la capital cubana creó la Sociedad de Naturales del concejo de Boal en La Habana. Su unión fue decisiva para el crecimiento de Boal, fundamentalmente en temas de educación. Entre 1835 y 1930 unos 350.000 asturianos embarcaron hacia América, en busca de trabajo y una vida mejor. A su llegada se ocuparon fundamentalmente en comercio y hostelería, intentando mejorar su formación.

La Sociedad de Naturales del Concejo de Boal en La Habana, centró la mayor parte de sus esfuerzos en construir diversos edificios escolares y dotarlos de material. A finales de 1917 ya se habían construido las primeras escuelas del proyecto, en Rozadas y Sarceda y en 1934 se inauguró la gran obra prevista por estos filántropos: las Escuelas Graduadas de Boal. En total, la Sociedad financió 21 escuelas, 18 de forma íntegra, contribuyendo a cambiar el rumbo de los niños boaleses de la época.

Boal se volcó cien años después en sus benefactores, rindiéndoles un merecido homenaje por su inversión en educación. Se realizaron actividades, como la exposición "La Educación, clave para transformar el mundo" que ofreció una interesante comparativa entre el estado de la educación a principios del siglo XX y su situación actual en algunos países del tercer mundo.

Las imágenes y datos mostraron cómo una clara apuesta por la instrucción puede ayudar a mejorar todo un territorio.