Fernando Pérez, apicultor y propietario de una tienda gourmet. Volvió a Arenas, tras un infarto, para darle un giro a su vida. Se hizo apicultor y abrió una tienda de productos gourmet con una idea muy clara: vender alimentos de calidad pero también contar todo el esfuerzo y los ejemplos vitales que hay detrás.

La boca, viene a decir Fernando Pérez, ha de cumplir una doble función a la hora de prestigiar y ampliar el mercado de los productos asturianos artesanos del sector agroalimentario, uno de los que más potencial de futuro tiene para Asturias. La boca debe saborear, pero también contar. Porque un buen relato del cómo y el quién y el dónde se produce el queso, la sidra o les fabes, y su enorme influencia sobre el territorio, deviene en puro valor añadido. Con una especie como la humana, devoradora de historias, las ventas crecen cuando el cliente, además de sabor, escucha una forma de ver el mundo. Así lo explica Fernando:

"En agosto de 2006, cuando vivía en Valladolid, me dio un pequeño infarto y me dio tiempo a replantear la película de mi vida. Decidí aprovechar ese año de baja y me vine al pueblo otra vez a hacer lo que quería. Durante seis de los diez años que estuve en Valladolid, trabajé en una fábrica haciendo donuts, y no era lo que quería. Me llamo Fernando Pérez, tengo 53 años, soy de aquí de Arenas de toda la vida. En 2007 volví para dedicarme a la apicultura y ahora también abrí una tienda de productos gourmet, especializada en quesos, sobre todo en cabrales".

"Durante el año de baja vi que si me volvía a meter en la fábrica ya no iba a salir, te acostumbras al sueldín. Yo tenía, de aquella, 39 años y hasta los cuarenta podías recibir las ayudas de primera incorporación al campo. ‘No puedo dejarlo pasar’, me dije".

"La primera cosecha de miel fue en octubre de 2008. La miel en el Oriente es muy diferente a la del Occidente. El Occidente es la gran zona productora, tiene muchas cuestas de brezo y el espacio es mucho más grande, hay menos carga ganadera. En el Oriente estamos más encajonaos. Pero la gente, el turismo, la tenemos aquí y con eso podemos hacer la venta directa del producto. Así que abrimos en Arenas una tienda de productos de la colmena, ‘El Meleru’. En Cabrales un meleru es una colmena salvaje".

Fernando Pérez Julián Rus

"Aparte también hicimos una ruta ambiental y etnográfica en torno a la miel, estuvimos funcionando varios años y muy bien, a la gente le encantaba. Eso te ayuda a fidelizar al cliente, ven de dónde sale, lo que cuesta hacerlo y su impacto en el territorio. Pero desde la pandemia ya no la hacemos. No solo por el virus, también por la velutina. Si ya tienes que tener cuidado con las abejas y la gente, imagínate con las velutinas, que son más agresivas y pueden hacer daño de verdad. Además, tuve otro conato de infarto y ya me recomendaron que no hiciera esos esfuerzos. La vida de la apicultura es muy dura".

"Tomamos otro camino. En julio del año pasado abrimos una tienda de productos gourmet, especializada en quesos. Queremos llevar el mismo concepto que teníamos en la apicultura en cuanto a explicación del producto y relacionarlo con el territorio. Hicimos algo diferente. Cualquiera que venga a nuestra tienda mínimo va a probar seis, siete, ocho variedades de cabrales: de distintas curaciones, de vaca, de vaca y cabra, de tres leches. Digo cabrales sobre todo porque estamos en Cabrales, pero tenemos una selección de quesos muy importante".

"Han convertido los productos en un souvenir. Tienen los quesos cortados y envasados al vacío para que la gente ni pregunte, que lo coja y lo lleva a la caja. Pero nosotros estábamos acostumbrados a explicar los porqués de todas las cosas. No me entra en la cabeza. Cómo no vas a explicarle al cliente cuál es el proceso de elaboración del cabrales. Así enriqueces el producto, lo pones en valor".

Fernando Pérez Julián Rus

"Falta el relato, sí, totalmente. Esa es una de las cosas en las que tenemos que avanzar en Asturias. Explicar de dónde viene ese producto. La gente entonces lo va a apreciar y va a estar dispuesta a gastarse más dineru. Por ejemplo, tengo el cabrales que hace Jessica López de Sotres, la presidenta de la Denominación de Origen. Solamente los vendo yo aquí. Les cuento a los clientes que son once meses de curación, que están en una cueva a 1.500 metros de altura, que hay que subir todas las semanas a ver ese queso, a una hora andando desde donde dejas el coche… Todas las semanas subiendo una hora p’arriba a darle vueltas al queso. Y así once meses… El relato es lo que falta, cómo se hace este producto".

"Claro que me funciona. La gente sale encantada y fidelizo al cliente. Es una visión más a largo plazo, para que la compra sea más satisfactoria. Lo más eficaz para la venta, de cara a la caja quiero decir, sería tenerlo cortado y que la gente fuera cogiendo. El cabrales se vende solo. Pero no lo quiero, no me lleva, aunque ganase más".

"Muchas veces los tenderos no tienen el conocimiento sobre los productos. Y eso es lo que nos falta en Asturias. Si vendes el producto, tener interés en conocerlo, en saber de dónde viene. Si vendes fabes, tienes que saber quién las plantó, ponerle a cara al productor. Cuando empecé con el cabrales a mí me interesaba saber quién hacía eso, la historia de esa persona. No comprárselo al primero y al que más barato me dé el queso. Es una manera de aportar, seleccionando a quién le compras, qué historia tiene detrás esa persona, cuál es su filosofía de trabajo. Todos podemos ayudar o dirigir la sociedad en un sentidu, cada uno desde su sitio. Y sobre todo, los compradores. Por eso se dice que el carro de la compra es el mejor carro de combate. Es una verdad como un templo. Cuando vas con el carro, depende a quién compres, estás beneficiando o empujando en una dirección".

"Tenemos que aprender mucho de los franceses. La cultura francesa de la alimentación, de los productos artesanos, me parece la manera de hacerlo en cuanto a valorarlo. Falta mucha formación, desde los camareros o los dependientes de las tiendas o los propietarios de las casas rurales. Es la gente que está en contacto con el turista, son los verdaderos embajadores de nuestros productos. Y a esa gente hay que formarla".