La serie "Asturianos" salta esta semana a la costa del Occidente, para recorrerla en sentido Oeste-Este, rastreando, entre otras cosas, los efectos que está teniendo el despliegue de la Autovía del Cantábrico sobre el ala de Asturias que tradicionalmente estuvo más incomunicada, pues su propia geografía convertía las carreteras que la conectaban con el Centro en un laberinto de curvas interminables. Ahora,el extremo occidental del litoral asturiano, Castropol, está a una hora y cuarto de viaje desde Oviedo o Gijón. ¿Cuál ha sido el efecto de esa derogación de la lejanía occidental?

El indicador poblacional apunta a que el municipio castropolense puede ser el que, de momento, menos lo haya aprovechado de la rasa costera. Es el que más población ha perdido de todos los litorales que se extienden del Navia al límite con Galicia: el 20% de la población que tenía al comenzar el siglo. Mientras, Ribadeo, la ciudad que se alza en la otra orilla de la ría, ganó 1.000 de los casi 10.000 que tiene ahora. Castropol, una delicia bañada en la ría, pierde frente a la pujanza gallega. Eso sí: mantiene la fortaleza del sector industrial de los astilleros de Figueras, casi el 16% de su empleo.