Cesáreo Marqués pregonero de L’Amuravela, y presidente de la asociación de jubilados de Cudillero. Nacido en 1957, Cesáreo Marqués lleva desde 1985 recitando (y escribiendo desde 1995) el sermón laico que cada año se dirige en pixueto a San Pedro y donde repasa, no sin sentido del humor, toda la actualidad de los últimos doce meses

Cesáreo Marqués Valle (1957), jubilado del sector de la automoción –donde fue secretario general de la patronal asturiana del automóvil– es hijo predilecto de Cudillero. Desde 1985 recita L’Amuravela y desde 1995 es también el autor de este sermón laico que se dirige a San Pedro para repasar, en pixueto, los hechos más relevantes del año. Marqués, que ahora también preside de la asociación de jubilados y pensionistas, echa un vistazo a la evolución de su concejo natal y esto es lo que ve:

"Cudillero tuvo una evolución muy clara y evidente. Se está viendo en las estadísticas que año tras año se va perdiendo población. Esto viene dado, sobre todo, desde que la pesca empezó a dejar de ser el motor del concejo. Cudillero, en los años 80, llegó a ser el segundo puerto más importante del Cantábrico, tanto en capturas como en embarcaciones de bajura. ¿Cuál fue la alternativa? Pues lo que estamos viendo, la actividad turística. Sobre todo, en Cudillero villa lo que tenemos es un turismo desaforado. Hay que analizar también en profundidad si es un turismo interesante o no. Puede ser interesante para algunos, pero ¿realmente crea riqueza? Es cierto que hubo una proliferación de todo tipo de negocios de hostelería, desde apartamentos turísticos, hoteles, casas rurales… Pero son solamente en verano. En julio y agosto está todo lleno, pero el resto del año Cudillero está totalmente muerto".

"Nadie dice que no haya turismo y que los restaurantes de aquí tengan que dejar de trabajar. Cuanto más trabajo, mejor para todos, pero también habría que tener otras alternativas de fijación de población para todo el año en Cudillero. O hacer algo para desestacionalizar, porque el turismo de Cudillero es venir y marchar, no es un turismo que se quede aquí. Posiblemente los apartamentos turísticos y demás estén en ocupación al 100% durante el verano, pero es que son miles los turistas que llegan todos los días a Cudillero".

"El turismo que tenemos viene, se saca la foto y, si eso, se queda a comer. O saca la foto y se va. Cudillero lo acabamos convirtiendo en un escenario de cartón piedra. Es cierto que Cudillero es paisaje, y eso lo sigue teniendo. Pero perdió su paisanaje. Porque perdió su actividad pesquera, esa esencia pixueta de aquellos marineros".

"¿Ese es el futuro que tenemos? ¿Es el futuro que quieren nuestros gobernantes? Pues no lo sé. Ahora los turistas comen y marchan. Llegan por la mañana y dan una vuelta, pero es que cuando acaban las cenas, queda esto desierto. Pero es que incluso a principios de siglo en Cudillero tenías vida nocturna".

Cartón piedra

"Cudillero, la parte del anfiteatro, está prácticamente despoblada. Yo tengo casa en la ribera. Me tocó pasar el confinamiento de la pandemia aquí, me asomaba a la ventana para aplaudir a los sanitarios –como hacíamos todos evidentemente– y es que éramos cuatro vecinos. Y todos éramos personas mayores. Había dos casas ocupadas frente a la mía y, en la parte lateral, otros cuatro más. Era de pena ver aquello. Es que éramos cuatro. Creo que nos podían haber dejado salir tranquilamente que no nos contagiábamos, era imposible. Creo que estuvimos cerrados un poco por vicio. Esto era de pena".

"Cuando digo que somos un escenario de cartón piedra quiero decir que en el anfiteatro muchas son viviendas abandonadas. Otras, por suerte, se van convirtiendo en viviendas vacacionales. Luego hay tontos como yo que restauran la de uno para seguir estando aquí. Pero hay que conseguir que venga a vivir gente joven. La gente mayor, que es la que hay, no puede vivir en el anfiteatro. Hay que subir muchas escaleras. Es que yo, para subir a mi casa, tengo 70 escalones. De momento las puedo subir, pero llegará un momento en que diga que ya no puedo venir más. Es un sitio muy guapo pero muy incómodo. Pero para la gente joven tiene ese encanto y la gente de veinticinco años aún tiene cuarenta años por delante para subir escaleras".

Repoblar

"Desde el Ayuntamiento, o a quien correspondiera, tendrían que buscar otras alternativas para fijar población. Mira, por ejemplo, hay un grupo de chicos informáticos que se están instalando en Cudillero. Con la pandemia y el teletrabajo algunos ha llegado de Madrid y han comprado casa aquí. Han creado un grupo de Whatsapp en el que están todos. Lo llaman ‘Pixueto Valley’, como el Silicon Valley. Están poniendo de su parte, están promocionando el concejo, intentando atraer a otros profesionales y ofreciendo a la comunidad sus servicios totalmente gratis, de una forma altruista. De hecho, la página web de la Amuravela (amuravela.com) donde pueden leerse todas las amuravelas, está hecha por ellos. En ese grupo hay gente de Cudillero que estaba trabajando en Madrid, gente que vino de Madrid, hay polacos, alemanes… Es un grupo internacional y entre ellos se están organizando. El potencial de esto tienen que verlo los poderes públicos como un nicho de futuro".

"Es factible la fijación de residencia para estos profesionales que vienen a teletrabajar porque, además, aquí hay casas con encanto y a un precio muchísimo más barato en Madrid. Tienen el aeropuerto a 10 minutos porque son gente que, si tienen que ir a Madrid a su empresa, cogen el avión y están en un momento. Incluso en coche están a 4 horas. Pero, claro, ¿qué problema hay? Ahora mismo son las telecomunicaciones. Sé que están metiendo la fibra en todo el concejo, eso es una buena labor, y después lo harán en Cudillero villa. En el momento que el que llegue la fibra, habría que promocionar que viniera esta gente. Eso podría generar un efecto llamada porque Cudillero es un pueblo encantador para vivir".

La pesca

"Toda esa esencia marinera que tenía Cudillero prácticamente se ha perdido. Ahora tenemos un puerto donde que hay más embarcaciones deportivas que pesqueras. La evolución te la puedo decir a través de las Amuravelas que llevo escribiendo desde el año 1995, y recitando desde el 1985. Ves claramente que cada vez es menor el espacio dedicado a la pesca, que sabes que es la esencia del Amuravela: que su fulanito compró un barco, que si el otro hizo otra cosa. Es que ahora prácticamente de eso ya no hay. Ahora lo que se está viendo son desguaces de barcos".

"El declive de la pesca se produjo prácticamente por las políticas pesqueras a nivel global y demás. Habría que hablar largo y tendido de esas políticas europeas que, por supuesto, no favorecen en nada a Asturias y a Cudillero. En el reparto de los cupos salen beneficiados los vascos. Aquí en Asturias y Cantabria nos tocan las migajas, literal. Todavía en L'Amuravela de este año comentaba este tema. Decía que era tan corto el cupo de merluza que les dieron a los de Cudillero que tuvieron que comprar exceso de cupo a los vascos y, encima, pagárselo. Lo normal sería que si tú no usas tu cupo, bueno, chico, lo pierdes y lo utilizo yo. Pero como el cupo es de ellos hay que pagáselo. O sea que para ir a pescar tienes que, encima, pagar. Ese reparto es totalmente político. No hay equidad de ningún tipo".

"La pesca fue bajando en todas partes, se produjo un declive generalizado pero, además, en Cudillero hubo un momento en el que la construcción del puerto nuevo, con todos los años que tardaron en hacerlo, nos perjudicó mucho. Y cuando se llegó a tener puerto, hay que decirlo, no tenía instalaciones portuarias acordes con los barcos que había en aquel momento en Cudillero, con lo cual tenían que seguir yendo a Avilés. Cudillero, por el motivo que fuera, tuvo zancadillas en el camino a todo tener. Porque a alguien no le interesaba que se construyera en tiempo y forma. Por ejemplo, una vez terminado, en vez de tener una fábrica de hielo en condiciones, lo que tenían era para embarcaciones pequeñas y los grandes barcos que se fueron haciendo en Cudillero mientras se iba construyendo el puerto no podían abastecerse. Por todo eso, poco a poco, se fue perdiendo toda la actividad, incluso a nivel de cofradía. De hecho, hoy en día no se subasta el pescado en Cudillero".

"Nos pasa igual que en Candás y que Luanco, donde sigue habiendo barcos, siguen siendo unos puertos costeros preciosos, pero la esencia del pescador se ha perdido. En los años 80, aquí eran 1.000 pescadores y 150 embarcaciones. No hacía falta más que venir a ver el anfiteatro, ver todo aquel movimiento que había".

"La pérdida de ese pasado pesquero se nota hasta en el pixueto. Ya sólo quedan cuatro que lo hablemos. Tú ten en cuenta que muchísimas de las expresiones del pixueto provienen de la nomenclatura de la jerga pesquera, y hay cantidad de expresiones que no puedo reflejar en L’Amuravela porque no hay esa actividad ya".

"La gente que habla el pixueto, que fue objeto hasta de una tesis doctoral en la Sorbona, es gente mayor. La gente joven eso lo va perdiendo. Hombre, una solución sería que, si quieren oficializar el asturiano, pues en las escuelas de Cudillero haya un apartado donde se fomente el habla local. Y lo mismo aquí, que la faliecha valdesana en Cadavedo. Esas cuestiones deberían de cuidarlas y mimarlas. No todo es lo mismo, hay que atender a las particularidades locales, para que no caigan en el olvido esas lenguas minoritarias. Lo mismo que pasa como el catalán y el aranés, que lo mantienen. Creo que es enriquecedor".

Los Selgas

"El tema de los Selgas lo traté en L'Amuravela del año pasado en la forma jocosa que se trata diciendo que venían los turistas preguntando por el cuadro de Goya y venían equivocados. Y les decía que el Goya ya fue para Madrid y la Inmaculada (el otro cuadro que la Fundación intentó vender) al cielo. Como todos sabemos, hay un patronato de una fundación que en su mayoría son privados. Hombre, hay unos patronos públicos que bien pudieran cuidar por ese patrimonio que en su conjunto está en Cudillero, pero realmente pertenece a los Selgas. Es un tema controvertido. El problema es en manos de quién dejaron los Selgas su legado. Los poderes públicos deberían hacer más incidencia y no ser tan pasotas. No voy a decir pasotas, tampoco sería la expresión. Deberían de hacer más incidencia en que, lo que está en Asturias, aunque no sea público, se quede Asturias. Sería muy interesante que la quinta estuviera abierta más meses. Hay sí tendrías un atractivo cultural. Ahí sí que habría un buen nicho cultural para desestacionalizar el turismo de Cudillero. Ahí sí que podrían incidir los poderes públicos, los patronos institucionales".