Asur Bernardo, programador informático, director tecnológico de la startup Homming. Hijo de patrón de pesca y ama de casa, Asur Bernardo Fernández, de 28 años, es director de tecnología de la empresa Homming, que desarrolla software para la gestión de alquileres de viviendas. Además, ha creado con una decena de jóvenes profesionales relacionados con la tecnología y que teletrabajan desde Cudillero el grupo «Pixuetu Valley», que trata de atraer a más nuevos talentos al concejo y de ayudar a la comunidad con sus conocimientos tecnológicos

"Lo de ‘Pixuetu Valley’ empezó como una broma. Cuando nos juntamos un grupo de programadores informáticos que habíamos venido a Cudillero a teletrabajar, nos dijimos: a ver si esto se acaba pareciendo a Silicon Valley…. Yo era el único de Cudillero, los demás vivieron de otros lugares de España. Luego conocimos a otras personas aquí. Una pareja de norteamericanos, otra de ucranianos, un chico alemán… Hay distintas profesiones: informáticos, diseñadores, ingenieros, un fotógrafo… Hablamos todos en inglés a menudo. Somos un poco bilingües hasta que aprendan todos a hablar pixueto. Porque, eso sí, están todos bautizados en la Fuente’l Cantu (un ritual festivo de recepción en la comunidad que cierra las fiestas de San Pedro y San Pablo). Nos organizamos y estamos tratando de atraer a más gente a trabajar a Cudillero y colaborando con la comunidad en distintos proyectos".

"Con el teletrabajo podemos hacer exactamente lo mismo que en Madrid sin necesidad de pagar una millonada por un piso. Yo vivía en uno de una habitación de 50 metros cuadrados. Era una buena zona, también hay que decirlo, pero entre alquiler y gastos me llevaba 1.000 euros al mes. Por ese dinero aquí podría alquilar algo de 200 metros. Me vine porque tenía aquí a la familia y me salía mucho mejor económicamente. Mis amigos vinieron porque querían fresco, querían venir al Norte. No tenían muy claro si Galicia o Asturias. También querían mar".

"Este es un sitio perfecto para vivir. Ahora lo que falta para lograr que gente joven venga a vivir al anfiteatro de Cudillero, donde hay muchas casas vacías y los que quedan son personas mayores, es tener infraestructura de comunicaciones, que haya fibra en todos los sitios. La van a poner, pero todavía no la hay en todo el anfiteatro".

"Este es un sitio perfecto cien por cien. Es genial comparado con Madrid, donde tienes que coger el metro 30 minutos para ver un amigo. Aquí bajo, le timbro y en dos minutos estamos tomando una cerveza en el anfiteatro de Cudillero. Muchos estamos volviendo. En el mundo de la programación la broma que nos hacemos es que lo que realmente queremos es plantar patatas. Para programar buscas un sitio tranquilo. La gente no lo piensa, pero programar es muy exhaustivo a nivel mental y luego necesitas descomprimir. Y en Madrid no descomprimes. Para programar necesitas mucha concentración durante muchas horas, pero luego necesitas un entorno tranquilo para hacer vida. Aquí tenemos un entorno mucho más agradable. Por ejemplo, algunos del grupo de ‘Pixuetu Valley’ van casi a diario a bañarse con Juan, un señor de aquí que se baña todos los días en el puerto. Dicen, en broma, que han montado un ‘swimming club’ que, por cierto, se llama La Llámpara".

Asturianos en Cudillero: Asur Bernardo. JULIÁN RUS

"En la pandemia estaba teletrabajando en Madrid en un piso de alquiler, y vi que podía hacer lo mismo desde mi casa, aquí en Cudillero. Soy el director de tecnología de una startup y fue una decisión común, entre los socios, de instaurar el trabajo en remoto. También es estrategia empresarial. Si trabajas en remoto tienes más acceso a talento. Puedes contratar a agente de toda España, incluso del extranjero, no tienes que centrarte sólo en ­Madrid".

"Nuestra empresa se llama Homming, desarrollamos una plataforma digital para gestionar alquileres de viviendas. Llevamos dos años y medio. Fue una startup incubada en el campus de Google. Luego, cuando se nos acabó nuestra beca, por así decirlo, salimos por nuestra cuenta. Nos va bien. Empezamos hace dos años. Éramos cuatro socio fundadores y yo. Ahora en mi equipo somos nueve. En total en la empresa ya somos 16, pero vamos al alza".

"Tenemos buenas perspectivas. El mercado del alquiler crece y es un sector poco digitalizado. Desde nuestra plataforma el cliente puede hacer gestión de contabilidad y también ofrecemos transparencia con los inquilinos, para que puedan ver los recibos. Además, también ofrecemos firma online, que en pandemia fue importante para limitar los contactos. Estamos enfocados a un modelo de alquiler a medio o largo plazo. Trabajamos para clientes que tiene inquilinos de seis meses, de un año, indefinido... No te puedo decir el número, pero digamos que nuestra plataforma ya está gestionando miles de viviendas".

"Volviendo al proyecto de ‘Pixuetu Valley’… Estamos intentando captar a más gente por nuestros círculos de conocidos y crear un efecto llamada. Cudillero es una alternativa chula para vivir, estamos muy ilusionados. Estamos colaborando con la comunidad con distintos proyectos. Por ejemplo, surgió el proyecto de colaborar con Cesáreo Marqués, que es el recitador de L’Amuravela. Hicimos una nueva página web para que la gente pudiera leerlas todas desde la primera, de 1946. La página tiene toda la información disponible, desde los recitadores que tuvo L’Amuravela a un vocabulario de pixueto».

"También pretendemos retransmitir L’Amuravela por streaming. Ese año ya hicimos una prueba y, bueno, salió bastante bien. La siguieron setenta personas. Otro proyecto que tenemos en marcha es remasterizar fotografías antiguas con inteligencia artificial. Vamos a pedir a la gente que tenga fotos antiguas del pueblo que están rotas o que quiera darles más resolución que nos las deje. Luego nuestro plan es exponerlas todas, el original y el resultado de la remasterización".

"También hemos presentado la solicitud oficial al consorcio que decide qué emoticonos se usan en los móviles, el Unicode Consortium, para que se cree un emoticono que represente a un pueblo. Curiosamente no existe. Hay cuatro emojis que representan una ciudad. Pero no hay un emoji para representar un pueblo. Tú puedes mandar un emoji con un skyline, pero no hay un emoji que represente un pueblo: tres casas, una colina y una iglesia, que es la propuesta de diseño que enviamos. Es un diseño muy sencillo, son dieciocho píxeles, que luego, si se aprueba, ya lo adaptarán Android y Apple para sus respectivos sistemas operativos".