Los concejos de Asturias tienen en Cajastur al mejor compañero para poner en marcha tanto iniciativas culturales como sociales o deportivas. En el caso de Cudillero, son numerosas y variadas las actuaciones en las que ha participado la entidad bancaria, actuaciones de ámbitos tan diversos como el arte y la cultura.

Precisamente Cajastur ha aportado su colaboración en la realización del equipamiento del Aula Didáctica Los Pixuetos y la Mar; el Campamento Urbano de verano y el desarrollo del Programa Ocio Juvenil Alternativo (Tardes Noches y Enredar). Estas iniciativas han contribuido a dinamizar la vida social y cultural del concejo.

Aprovechando el antiguo edificio de la lonja de pescado de la villa pixueta (por pixuetos se conocen a los habitantes de la villa, en torno a La Ribera), se ha creado el aula didáctica sobre la vida de los pixuetos y su íntima unión con el mar.

Hay maquetas de barcos explicando las diversas artes de pesca, antiguos artilugios y mecanismos utilizados por los barcos de antaño para sus labores en el mar... En la segunda planta del edificio podemos encontrarnos con una película que muestra a gentes del lugar hablando sobre la dura vida de los pescadores y sus familias. Sin duda una bonita forma de acercarnos a los pixuetos, a su vida y sus tradiciones.

Cudillero es una de las villas más visitadas de Asturias y en verano hay grandes aglomeraciones tanto de turistas que se alojan en la localidad como visitantes que se encuentran de paso por la zona. Los pescadores, las rederas y los viejos lobos de mar con gorra, barba y pipa son ahora pequeños muñecos de adorno en el interior de la pescadería La Ribera.

La vieja lonja, que ahora es el Aula Didáctica Los Pixuetos y la Mar, enseña el giro hacia lo evidente, de la pesca a la explotación turística para seguir viviendo en el fondo de lo mismo, del océano y de la configuración estética de este pueblo reclinado sobre el Cantábrico. Ahora de otra manera, porque en el concejo los empleos del sector servicios ya doblan a los de la agricultura y pesca, más de mil por menos de quinientos. El anfiteatro de Cudillero se llama así debido a que la situación de las casas en escalones sobre la montaña asemejan el lugar a un anfiteatro, siendo las casas los palcos y la propia plaza el escenario. La plaza hay que verla tanto desde abajo como desde arriba y cuando estés aquí lo más probable es que no te quieras ir nunca porque la escena es inolvidable. Sus estrechas callejuelas y las casas de colores son lo mejor de Cudillero.

Además también hay otros monumentos importantes, como pueden ser sus numerosas iglesias, entre las que destacan la de San Pedro, la de Jesús Nazareno, San Martín de Luiña y Santa María del Soto de Luiña.

Alrededor de Cudillero hay numerosas playas que merecen una visita para poder disfrutar de ellas. Entre las más destacadas está la de Oleiros, una playa semisalvaje muy poco concurrida, que de hecho tiene un aparcamiento muy pequeño con capacidad para pocos coches. Se encuentra a los pies de un acantilado y la dificultad para llegar a ella hace que siga conservando un aspecto natural.

También muy conocida es la Playa del Silencio, situada entre bosques y acantilados no es posible acceder en coche y sólo se puede hacer caminando o en barco. Otras playas a tener en cuenta son San Pedro, muy concurrida en verano y con 400 metros de longitud, La Concha de Artedo, formada por cantos rodados en lugar de arena y la Playa de Aguilar, de 600 metros de longitud y para los amantes del surf, si bien esta en su gran parte está en el vecino Muros.