Roberto Naveiras, guarda forestal y podcaster. Roberto Naveiras, de 53 años, es guarda forestal en Grandas de Salime y también una referencia nacional en el mundo de las motos. Su podcast semanal «Viajo en moto», donde cuenta sus viajes y aventura moteras y las de otros viajeros en ruta por el mundo, se ha convertido en uno de los más seguidos en la red por los aficionados a las dos ruedas en España. Y todo desde Grandas de Salime, el concejo donde nació y donde vive. «Y de donde no me sacan ni con agua caliente», añade

–¿Cómo fue aquel viaje en Vespino?

–Hará hace doce años. Me dio el punto y me envié a Navarra un Vespino por una agencia de transportes y desde allí hice la ruta jacobea, por el Camino Primitivo. Quiero decir que casi la hice, porque a cien kilómetros de Santiago el Vespino dijo que no podía más y reventó. Casi lo terminé. En noviembre, además. Me parecía poco elegante hacerlo en verano. No iba a ir yo en Vespino y el resto de la gente, caminando. Así que por lo menos, pensé yo, sufriré un poco haciéndola en pleno invierno, cuando haga un frío del copón. Pasé mucho frío en aquel Vespino. Reventó en Lugo porque lo traía a tope. Ya venía con el escape roto desde Belorado (Burgos) y allí tuve que repararlo con unos alambres y cortando una lata de cerveza. Pero recuerdo que, bajando Pajares todavía adelanté a un camión y a un R5. Iba a todo lo que daba aquel Vespino.

Ya en aquella insólita peregrinación jacobea, Roberto Naveiras, de 53 años, iba contando la peripecia en un blog en internet. Hoy ya no viaja en Vespino pero su pasión por los viajes en moto y por contarlos en la red sigue viva. Tiene una Triumph Bonneville, una Royal Enfield de 500 c.c. y una BMW 1200 RT «de señor mayor jubilado, con la que me hago mil kilómetros en un día y me quedo tan pancho». Y tiene también un podcast semanal, «Viajo en moto», que se ha convertido en una referencia nacional para los amantes de los viajes a dos ruedas. Así se cuenta:

"Mi nombre completo es Roberto Naveiras García. Trabajo como guarda forestal, saqué la oposición ya en 1990. Llevo en Grandas desde que nací, viviendo prácticamente en la misma calle. Siempre ligado a la comarca. No me sacan de aquí ni con agua caliente. Soy un enamorado de esta zona hasta las trancas. Soy el hijo mayor de Pepe el Ferreiro. Somos tres: mi hermano Pablo, mi hermana Belinda y yo".

"Empecé en internet en 1994, cuando era solo cosa de universitarios, porque la Universidad te lo daba gratis. Éramos cuatro o cinco personas las que teníamos internet en la comarca y estábamos todo el día rabilando. Hicimos la primera conexión digital entre dos municipios tan cercanos como Grandas y Pesoz. En el 98 empecé a hacer páginas web. Tuve una, que era agentesforestales.net, que ayudaba a la gente a preparar oposiciones. Empecé con una de motos, que todavía no se llamaba «Viajo en moto», como la que tengo ahora. Empezó en plan de coña, con un motoclub que teníamos, donde éramos solo tres y nos llamábamos Los Ranoplás, como esos juguetes de los huevos Kinder. En la web se contaban historias de motos, concentraciones y esas cosas. De aquella no tenía página web ni el Gobierno del Principado. Tenían la Generalitat, el Gobierno de Madrid, La Rioja y poco más".

"Empecé con módem de 1.500 baudios, luego ya puse RDSI. Gastaba igual un 20% del sueldo en internet. Era una pasta indecente, casi me da vergüenza decirlo, una barbaridad. En Grandas tuvimos conexión RDSI antes que en muchos otros sitios, antes que en Los Oscos o en Allande. Desde hace ya año y pico o dos años, tenemos fibra tope de gama. El ADSL no valía para nada, yo me compré un router 4G y funcionaba mucho mejor. Casi siempre hay formas de buscarse la vida. Como dice un amigo mío, el que era gerente de la Fonda Nueva: intellectus apretatus discurrit qui rabiat. Juan decía siempre que cuando te faltan medios pues los suples de cualquier otra manera. El ejemplo de mi padre creo que es más claro que el mío".

"A mí aquello de internet me parecía todo maravilloso. El poder investigar todo el conocimiento de la humanidad a través del ordenador y sin moverme de casa. Era algo inaudito. Lo que no me imaginaba era que internet iba a ser un escaparate tan gigantesco. Cuando empezamos, ahí en los noventa, parecía que la red iba a ser un compendio del saber mundial, una especie de Wikipedia gigantesca en la que el acceder a cualquier conocimiento. Lo que no me imaginaba era que iba a convertirse en algo tan mercantilista como es ahora, lleno de publicidad. Y con las fake news y la utilización que hay de las masas. Es increíble cómo nos manipulan. A mí también, por supuesto. A todo el mundo. Eso sí que no me lo imaginaba. Pensé que iba a ser un poco más altruista todo, que no se iba de mercantilizar tanto. Pequé de inocente. Pero es que era tan maravilloso aquello... Era tan ilusionante... Cada día aprendías una cosa nueva. Al final se convirtió en un escaparate más y encima manejado por grandes corporaciones. Todo un poco turbio".

"Lo de las carreteras en Grandas tiene tela. La carretera que comunica con Navia es de vergüenza, con baches, con hierba por medio... Un desastre. Y si vas por el Corredor del Narcea, que desde que hicieron el último arreglo se tarda más en llegar a Oviedo... Como había accidentes limitaron la velocidad. Si la limitasen a cero seguro que no habría accidentes".

"Pese a eso Asturias es un lugar privilegiado para andar en moto. Es una continua ensalada de curvas, una continua diversidad de paisajes. Es el paraíso de la moto. Yo creo que en Asturias hay algunas de las mejores carreteras del mundo desde el punto de vista técnico y paisajístico. Yo digo muchas veces en el programa una frase que tengo acuñada desde hace tiempo, que en Asturias tenemos carreteras con curvas de tacto terciopelado. No todas, porque las hay que están muy hechas polvo. Pero si la carretera no es buena, como la del Navia, el paisaje es flipante. Una que me gusta mucho es la AS-114, en el Oriente (Cangas de Onís-Panes). Otra me gusta mucho es la que sube al puerto de Somiedo. Ahí hay un tramo de 2 kilómetros, al paso por la central de La Malva, que es perfecto. Une curva y contracurva y con esas viseras que hacen las peñas que parece que quieren engullir la carretera es sublime. Yo siempre digo que benditos los constructores de autopistas y de autovías porque así quedaron más nacionales expeditas para viajar en moto por ahí con calma".