El quinto más poblado que se quedó en la mitad

Una vista de Langreo. / Julián Rus
E. L.
¿Cuál será, siguiendo la broma popular, la Cuenca buena y la Cuenca mala? Si limitamos la valoración a los indicadores demográficos Langreo, el concejo más poblado del Nalón, es la capital de la buena. El municipio langreano, el quinto más poblado de Asturias después de Gijón, Oviedo, Avilés y Siero, por este orden, ha perdido porcentualmente menos habitantes que su "gemelo", Mieres, la capital del Caudal. Desde que comenzó el siglo XXI, el concejo langreano se ha dejado el 19% de su población, mientras que en Mieres el número de habitantes se ha reducido un 23,2%. Puntos porcentuales arriba o abajo, el impacto del despoblamiento es extraordinario en dos concejos muy poblados, muy bien comunicados y en el centro de la región. La causa principal está, obviamente, en el cierre de la minas, la actividad económica que en la segunda mitad del siglo XX hizo de ellos el corazón económico de Asturias. Langreo ha perdido nada menos que 27.640 habitantes con respecto a los años 60. Y desde el comienzo del siglo XXI se le han esfumado 2.800 empleos en el sector industrial, antaño su fortaleza. Aunque se compensó parcialmente con el repunte de los servicios, hoy hay 1.500 personas menos trabajando en un concejo de 38.683 habitantes.
Aires urbanos siempre ligados a la cultura
