Xuan de Con le echa mucho valor a la sidra

"No se puede estar vendiendo manzana por debajo de costes. Mucha de la manzana que se vende es producida por gente aficionada o semiamateur que, básicamente, no vive de ello"

ASTURIANOS EN NAVA: Xuan de Con

Julián Rus

Eduardo Lagar

Eduardo Lagar

Enfermero de atención primaria y profesor de Antropología en la UNED Naveto de 62 años y residente en Pruneda, Juan Ángel de Con Redondo, conocido como Xuan de Con, combina profesionalmente la sanidad y la docencia universitaria. También fue uno de los expertos que asesoró en la elaboración de la candidatura presentada a la Unesco para declarar Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad la cultura sidrera asturiana

Juan Ángel de Con Redondo, conocido por Xuan de Con, combina dos profesiones dispares. Este naveto de 62 años, residente en Pruneda, es enfermero de atención primaria en el consultorio periférico de Villamayor (Piloña). Además, es antropólogo y profesor tutor de Antropología en la UNED, ocupa el puesto que dejó tras su jubilación, Adolfo García, su maestro y el gran referente de los estudios antropológicos en Asturias. Xuan de Con, además, integró el comité de asesores científicos que participó en la elaboración de la candidatura con la que, en 2023, España espera conseguir declarar la cultura de la sidra en Asturias como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por parte de la Unesco. Xuan de Con echa un vistazo al concejo naveto y esto es lo que ve. Ahora y para el futuro.

Donde se vive bien

"Nava no perdió población en las últimas décadas. Lleva con 5.500 habitantes durante prácticamente 50 años. Y no pierde población porque, pese al movimiento natural demográfico, hay migración de gente. Gente que viene, más que a trabajar en Nava, a vivir en Nava. En cierto aspecto, Nava sí que ye un lugar dormitorio. Hay mucha gente que trabaja fuera y vive aquí. De hecho, tanto en los pueblos como en la propia villa, es difícil encontrar vivienda. Hay una ocupación muy importante de todes les viviendes que hay en Nava, salvo estes cases que quedan por litigios de herencies y que no se acaban de vender. Sea residencial o sea para fines de semana o para verano, hay una ocupación importante".

El freno echado

"Cuesta encontrar casa. Y terrenos incluso para construir. Esi ye otro de los temas en los que habría que entrar en profundidad. Ye uno de los frenos al desarrollo: les dificultades que hay para el desarrollo urbanístico en el medio rural".

"La campiña naveta ye muy guapa. Aquí la burbuja de la construcción no se dio. No hubo esi desorden. Pero creo que estamos en unos momentos en los que hay que quitar esas trabas a la vivienda. Yo no hablo de la edificación de pisos. Nava tiene suelo en el entorno urbano y sigue habiendo posibilidades. Pero en los pueblos está habiendo unes trabes importantes para construir en función de una actividad agrícola que no existe o que está en regresión de forma continua. Eso dificulta bastante y va seguir constriñendo el crecimiento de los pueblos. Aparte de todos los obstáculos burocráticos y administrativos que afronta cualquiera que quiera construir".

Por sectores

"La principal transformación que sufrió Nava, como en el resto del territorio asturiano, tiene que ver con la fortaleza del sector agrícola. Aquí en Pruneda, cuando yo era guaje, el pueblu vivía de la leche. Era un campesinado, ganadería y agricultura, prácticamente de subsistencia. Pero vivía tou el pueblu de la leche. Ahora mismo no queda ninguna ganadería de leche. En estos finales del siglo XX y lo que llevamos del siglo XXI hubo esa transformación importante. Tú no ves una vaca frisona ahora mismo por Nava. Cuéstate encontrar una frisona".

"El sector secundario de Nava está bastante centráu en la sidra. Lo que hubo fue una concentración. Siguen produciéndose tantos o más litros que antes, pero concentráu en muy pocos llagares. En Gijón o en Villaviciosa hubo construcción de nuevos llagares. Tienes Cortina, tienes Castañón, está Trabanco. Pero en Nava los llagares que siguen funcionando tienen una producción importante. Igualan o superan todo lo que producía Nava en su momento con los cincuenta y tantos llagares que llegó a haber. Ahora quedan Viuda de Angelón, queda Orizón, queda Viuda de Corsino, queda Zapatero y Estrada, que yo no sé si tiene producción. Cerró El Argayón, y el Piloñu parece ser que vuelve otra vez, está retomando otra vez la producción. Ye lo que hay, pero para un municipio como Nava ye un buen número de llagares".

"Luego está también la actividad industrial de Fuensanta, una de les empreses agroalimentaries importantes y, aparte, poca más actividad: unos pocos talleres y algo de materiales de construcción. Hay una actividad muy contenida, no tuvo desarrollos. En el sector servicios hubo un comercio que se concentró en la villa y que está en retroceso".

El Museo de la Sidra

"Como polo de atracción turística el buque insignia ye el Museo de la Sidra, que yo creo que tuvo sus tiempos mejores. Tuvo su tiempo de estancamiento, su crisis y su declive. El Museo de la Sidra fue un auténticu regalu para Nava en su momento. Creo que se deseaba y que se peleó por él. Se trabajó mucho por el museo. Tanto la Corporación de Emilio Ballesteros Castro como, a continuación, el Gobierno de Julián Fernández Montes (asturianistas), apoyáu por el PP. Fueron unos años ahí en los que Nava dio un vuelcu. Supongo que en otros sitios también por los tiempos, pero sí que se produjo un revulsivu importante".

"El Museo arrancó y echó a funcionar muy bien, con unes instalaciones y unos planes muy buenos en un momento de atracción importante de gente. Pero no se avanzó. Acabó convirtiéndose en un lugar de visita incrustado en los tours, en los que llega un grupo de gente y lo visita y se va. Poco, dejó poco. Creo que en torno al museo, la población tampoco supimos crear una estructura de negocio que permitiese fijar o sacar beneficio de este equipamiento como polo de atracción".

"Ahora hay una mejora en la financiación del museo, está en ciernes la contratación de una dirección gerencia, que lleva sin ocuparse ya unos años, desde la crisis y la dimisión de Elías Carrocera. El museo está en un momento que necesita que aterrice por fin una dirección y se desarrolle el plan estratégicu que se elaboró. Ahí hay mimbres para retomar y reflotar, para que en torno al museo se vaya generando nueva actividad y que efectivamente sea polo de atracción. No solo para la hostelería y el comercio, también para otro tipo de actividad como la agroindustrial".

Turismo sidrero

"Esa visión de promocionar un turismo vinculado a la sidra y la cultura sidrera arranca muy a principios de este siglo. Teníamos un referente en torno la cultura del vino y cómo esto se estaba desarrollando en otros territorios, pero aquí no se supo hacer. Ahora está haciéndose".

"Nava tien un paisaje cultural muy potente. El atractivo que tien está poco potenciado. Ahí creo que, en el futuro, el Museo de la Sidra tien que jugar ese papel, no solo como infraestructura o como exposición, sino como institución. Ye necesaria la expansión del museo hacia todo el conceyu. Date cuenta de que ahí tenemos la finca de El Engliru, una pomarada-exposición con doscientes y pico variedades de manzana que gestiona Campoastur. Eso ye una prolongación natural del museo, que tiene que pasar a ser un ecomuseo. El trayecto desde el museo hasta El Engliru ofrece una oportunidad de hacer un tour por la campiña naveta, y con les visites a los llagares. Ahí hay un potencial muy grande. Creo que se está caminando por ahí. A que esa finca sea una extensión del museo. Todos teníen que ponese les piles. No solo los llagares, que algunos ya están intentando incorporar les visites, también otro tipo de negocios que pudieran aprovecharse de ello".

La cultura sidrera, Patrimonio Mundial

"El momento ye ahora porque la promoción que ofrez la patrimonialidad del elemento y la marca Unesco tienen las grandes posibilidades. También comerciales o económicas. La cultura de la sidra (la candidatura que España presentará el año que viene ante la Unesco para ser declarada Patrimonio Mundial Inmaterial) pasará a formar parte de una lista que ye un catálogo universal y pasa a ser de conocimiento por parte de todo el planeta. De todes les poblaciones del planeta. Vamos a ver qué pasa. Estamos a poco menos de un año vista para que se haga la inscripción. Hasta donde yo sé, está bien encarrilao".

"La consideración como patrimonio de lo que se vino a denominar cultura sidrera asturiana ye una expresión supermoderna, lo mismo que la propia idea de Patrimonio Cultural Inmaterial, que acuña la Unesco muy recientemente. Ye de esti siglo. Siempre se nos consideró patrimonios marginales en el ámbito de la cultura general, que se concibe universalmente vinculada a elementos del arte o a los monumentos. Afortunadamente, el siglo trajo ese trabajo de la Unesco para acuñar el patrimonio cultural inmaterial. Yo creo que eso tomó cuerpo y vino bien, está cobrando valor. Por ahí ha ido permeando la labor de los medios, que ye muy importante, y la labor de los que nos incardinamos con el estudio de esos procesos".

"Yo creo que la población va incorporando esa idea de la cultura sidrera. Hay cada vez más gente que va teniendo una idea de lo que puede ser el patrimonio cultural inmaterial, en esti casu aplicado a la sidra. El discurso se extiende entre la población, con sus apropiaciones, con sus traducciones; pero la gente tiene curiosidad, maneja la terminología y tien incorporado este tema en su discurso. Aquí lo inició de forma visionaria el historiador Luis Benito García, en su momento con la extinta Asociación de Llagareros. Echaron a rodar en el 2008-2009 y fíjate que la Convención del Patrimonio Cultural Inmaterial es de 2002. Ye algo muy muy reciente, pero el recorrido que va teniendo, a día de hoy situados a las puertas de la inscripción por la Unesco, creo que eso fue rapidísimo".

"Yo creo que sí hay profesionales que sí ven el potencial que puede tener la declaración de Patrimonio Inmaterial por la Unesco y lo están trabajando muy bien. Pero, no obstante, creo que en la hostelería en Asturias hay un problema de profesionalidad importante. No sé si esto se puede decir, pero ye verdad. El valor que esto tiene y que puede dar a los negocios no se sabe incorporar. La inscripción en la lista de la Unesco puede ser un elemento, un revulsivo para encaminarnos hacia esta forma de obtener valor de la sidra. Pasó por ejemplo cuando se declaró la cerveza belga Patrimonio Inmaterial de la Humanidad (las ventas se dispararon un 35%). Espero que la sidra siga ese camino y que toda la cadena de valor lo asimile, que ya lo está asimilando, y que lo vean".

El nubarrón de la manzana

"En la cadena de valor de la sidra, creo que hay un problema. Y reconocido por los propios llagareros, que parte de ellos son también cosecheros. El problema está en la producción de manzana. No se puede estar vendiendo manzana por debajo de costes. Mucha de la manzana que se vende es producida por gente aficionada o semiamateur que, básicamente, no vive de ello. Y parez que hay un freno en la plantación en estos últimos 5 años. Se está detectando. Hubo un momento en que hubo gente ilusionada plantando, hubo un incremento de la producción y ahora mismo vuelve a haber un frenazo. Porque si después de todo el tiempo que empleas en las pumaradas al final te cuesta dinero, llega un momento en que esa afición la dejas. Hay un nubarrón en torno a eso".